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Fotogalería: Desfile de Victoria's Secret invade París
El Gran Palais de París se ha llenado de ángeles. Bajo su cúpula de cristal, 51 modelos han lucido este miércoles por la noche 82 looks y las preciadas alas de Victoria's Secret en el evento de moda más seguido del mundo. Convertido hoy en una operación de márquetin digna de estudio, no hay ningún otro desfile en el que la colección importe tan poco y se le dé tanto espacio en los medios de comunicación. Y es que el show ha ganado el terreno a la moda.
Victoria’s Secret, con algo más de mil tiendas repartidas por el mundo y con unos ingresos en 2015 de más de 7.500 millones de dólares, tiene el reto por delante de volver a seducir a una nueva generación de mujeres desde que cambiaron de estrategia en los ochenta porque tener como público objetivo de sus ventas en lencería a los hombres casi les lleva a la bancarrota. Sus campañas hipersexualizadas son criticadas y ya no funcionan en una era en la que el llamado empoderamiento de la mujer está a la orden del día. Ellos ya han tomado nota, y el relleno de los push ups se ha visto desplazado por los sujetadores sin copa, o bralettes. Eso sí, hay cosas que no cambian. Y su desfile anual es una de ellas.
El ángel Elsa Hosk ha sido la primera en desplegar su encanto sobre una pasarela salpicada de purpurina. Tras ella, las veteranas Alessandra Ambrosio y Adriana Lima e Irina Shayk, que con su doble aparición han confirmado sin palabras su embarazo del actor Bradley Cooper. Casi dos horas de desfile hasta que Lily Aldrige ha aparecido por última vez, jaleada —como todas— por las 2.000 personas del público, y ha sido la encargada de poner el punto final antes del habitual carrusel de maniquíes bajo una lluvia de confeti dorado.
Bruno Mars, The Weeknd y Lady Gaga —los dos primeros ya han actuado antes en el desfile— se han encargado de poner la nota musical y también han sido los últimos en desfilar sobre la pasarela de un show en el que Victoria’s Secret echa toda la carne en el asador. Sin cifras oficiales, varios medios especializados calculan que el show cuesta unos 12 millones de euros (Fantasy Bra aparte).
Algo que contrarrestan con lujosos patrocinadores como Cîroc, marca de vodka protagonista del brindis oficial de los famosos ángeles tras el desfile y responsable del acceso de EL PAÍS a la exclusiva lista de invitados. Los tres cantantes están en pleno momento de éxito y todos acaban de presentar nuevos discos. Y saben que, sin llegar al nivel del intermedio de la Super Bowl, actuar esta noche era la oportunidad perfecta para darse publicidad ante millones de personas