El secretario general del partido socialista (PSOE), Pedro Sánchez, se reafirmó hoy en su voto contrario a la investidura del presidente del Gobierno español en funciones, Mariano Rajoy.

"A día de hoy" el PSOE se ratifica en su rechazo a una investidura de Rajoy, sentenció en la rueda de prensa posterior a la reunión que mantuvo con el líder conservador.

Según explicó, en el encuentro mantenido en el Congreso de los Diputados, que calificó de "cordial", le comunicó a Rajoy que el Partido Popular (PP) "no puede contar con el PSOE ni para un gobierno de coalición ni para pactar un programa de legislatura".

El PP fue la fuerza más votada en las elecciones del 26 de junio pero con 137 años, está lejos de la mayoría absoluta, de 176 escaños. "De los 137 a los 176 el señor Rajoy tiene camino que recorrer y en ese camino no puede contar con el PSOE", advirtió.

Su partido, que tiene 85 escaños en la cámara baja, está "preocupado" porque "el PP no ha cosechado ni un escaño más de los que obtuvo el 26 de junio", continuó Sánchez, pidiéndole a Rajoy un "diálogo y negociación en serio", que debe basarse en "propuestas concretas".

La formación conservadora "tiene el derecho y la obligación de articular una mayoría suficiente parlamentaria que garantice la estabilidad en España", insistió Sánchez, llamando a Rajoy a buscar acuerdos con "aliados potenciales entre los que no está el PSOE".

"Nosotros no vamos a negociar nada con Mariano Rajoy. Discutir todo lo que quiera pero negociar nada", aseveró.

Con la postura del PSOE aumentan las posibilidades de que España se vea abocada a unas terceras elecciones, opción que el socialista rechazó hoy, prometiendo que hará "todo lo posible" para evitarlo, pero sin ofrecer detalles.

La reunión, que duró hora y 20 minutos, -más del doble que la que ambos mantuvieron tras las elecciones del 20 de diciembre-, puso fin a la primera ronda de contactos que inició la semana pasada Rajoy para tratar de encontrar apoyos para su investidura.

España lleva sin Gobierno desde los comicios del 20 de diciembre, tras los cuales los partidos fueron incapaces de alcanzar un acuerdo y obligaron a volver a las urnas en junio.