Pedro Almodóvar Un icono del cine
Ni siquiera con sombrero y lentes oscuros, Pedro Almodóvar logra pasar desapercibido por las calles de Cannes. Los gritos de "¡Pedro!, ¡Pedro!" en todos los acentos del mundo, se escuchan por diferentes rincones cuando lo ven llegar a la playa del Hotel Grand Hyatt Martinez. Y él saluda a todos, desde lejos, apreciando cada demostración de admiración. Con un recibimiento parecido, Woody Allen y Steven Spielberg ya habían pisado la misma alfombra roja unos días antes, estrenando sus películas mundialmente, sin animarse a competir en el Festival de Cannes. Pero a pesar del prestigio internacional, Pedro Almodóvar igual decidió presentar la película 'Julieta', compitiendo al mismo nivel, por la Palma de Oro. Y en el camino, sin darse cuenta, él recibió otras palmas mucho más importantes: las palmas del público.
¿Te das cuenta qué lo importante que eres para la gente y el cine?
No, no. Trato de no pensar en ello, de no tenerlo presente. Es muy difícil cuando me levanto... no miro al espejo y pienso 'Mira, estás viendo a un icono'. No sirve, no sirve para nada. Creo que me siento más libre sin la presión ni la responsabilidad de lo que he hecho en el pasado. Cada vez que escribo un guión siento la misma inseguridad de siempre, también siento la misma pasión de siempre y por eso continúo.
¿Presiones?
Presiones, las mías, las que yo me impongo, que son muchas. En el momento de escribir y del rodaje no existe ni el mercado ni el espectador. Ahora, en el momento de terminar la película, en ese momento siento esa presión de un modo muy agobiante. En el momento que he visto la película que he hecho, en ese momento empiezo a tener mucho miedo de ¿le interesará a alguien? Y una inseguridad enorme preguntándome ¿Esperarán esto o esperarán lo contrario?
¿Así como decidiste competir sin problemas en el Festival de Cannes, mientras Woody Allen y Steven Spielberg presentaron sus películas fuera de la competencia, cómo reaccionas cuando en España no eligen una película tuya para competir en el Oscar?
Hombre, por lo general uno quiere que tu país te seleccione, pero eso sucede y es como enfrentarte a un muro. Así son las cosas y no puedes hacer mucho contra eso. Y yo, afortunadamente tengo, no sólo premios, sino reconocimientos que son incluso más de los que yo hubiera deseado o soñado.
¿Qué tan bueno eres para las críticas?
Leo pocas críticas y no soy tan bueno. Una mala crítica de alguien que a lo mejor no tiene importancia, si la leo, acaba hiriéndome. Entonces trato de no leerlas y apenas pregunto "¿Qué tal ha sido?" a mi hermano o a mi equipo, y si me dicen "bien" o una "mixta" y otra "mala", con eso me conformo.
¿Y la gente que abuchea en Cannes o insulta en las redes sociales?
Lo de abuchear a mí me parece terrible. Pero vivimos en un mundo donde el exabrupto forma parte de nuestras vidas. Las redes sociales están llenas de gente que se libera insultando, que sería el equivalente a abuchear algo, a abuchear personas, a abuchear frases. Supongo que eso debe ser liberador para el que lo hace. Yo no estoy de acuerdo con ello, incluso aunque no te guste la película.
¿Y en tu caso, cómo reaccionas cuando vuelves a ver alguna de tus viejas películas?
Cuando las veo es por casualidad, por azar, cuando pongo la tele. Y como son veinte ya, si en algún lugar están poniendo una película mía, me quedo viéndola como media hora. Y por lo general, me siento orgulloso de haberla hecho. Hace poco en París, pusieron algunas secuencias de mis películas, una escena de 'La Ley y el Deseo' con Eusebio Poncela Carmen Maura, o una de 'Tacones Lejanos' con Marisa Paredes y Victoria Abril y me sentí, más allá de feliz, me sentí muy, muy emocionado. Los encontraba tan impresionantes a los actores que pensaba, "Yo no sé si, verdaderamente, les he comunicado hasta qué punto estoy agradecido por lo que han hecho".
Sin ánimos de desmentir su identidad homosexual, las películas de Pedro Almodóvar no tienen el más mínimo pudor, humanizando incluso a los discriminados transexuales de la vida real. Y para alguien que creció en el cine español de la mano de la censura de Franco (que había cerrado las escuelas de cine en los años 70), Almodóvar impulsa en sus historias la mejor revolución cultural de su época. Como cuando él mismo apareció en la película 'Laberinto y Pasion' usando ropa de mujer y con maquillaje negro, como cuando cantaba con el grupo 'Almodóvar & McNamara' que tanto se identifica con 'La Movida Madrileña' de los años 80. Solo hay que buscar detenidamente en sus películas, para ver también a la verdadera madre Francisca Caballero o al hermano Agustín, en algunos personales. La educación en una escuela católica de los años 60 también se refleja en el cine, mostrando los abusos sexuales de los curas en la película 'La Mala Educación' (aunque Pedro asegura que él nunca sufrió ningún abuso parecido). Y sus experiencias en la época de la misma escuela católica las mostró en las películas 'Todo Sobre Mi Madre' y 'Habla con Ella', confesando que sus películas tienen mucho que ver con él. "Mi vida se proyecta en lo que escribo de un modo inconsciente." Nos dijo "Por eso no he escrito mi autobiografía ni quiero escribirla ni quiero que nadie la escriba. Yo siento que puedo, a través de mis películas, contar toda mi vida."
¿Te das cuenta que la gente no se da cuenta que tu vida está contada en medio de tus películas?
Es bueno que no se dé cuenta. Porque, por ejemplo; muchos me preguntan "Tú hablas mucho de tu madre en tus películas, pero ¿Y de tu padre?" Mi padre está presente en muchas de ellas, a través de otros personajes que no son a lo mejor de un padre pero, recuerdos que yo tengo de él muy específicos, están también.
¿Es más fácil esconder una historia de tu vida en el personaje una mujer porque no es un hombre?
Sí. Seguro. Hay veces que soy yo el que está detrás del personaje femenino. Ha pasado que había escrito un personaje masculino y, al final, lo hice femenino. Claro, el espectador no puede saberlo porque no quiero. Tendría que decirlo yo.
¿Y no lo vas a develar nunca?
No, no. ¿Sabes? me aburre, me aburre la idea.
En la humilde ciudad Real de Castilla-La Mancha, Pedro Almodóvar nació el 25 de Septiembre de 1949. Pero tal vez renació en 1968 en el momento que llegó a Madrid, la ciudad que más muestran sus películas. Es ahí donde sobrevivió vendiendo cosas usadas en El Rastro. Tampoco pudo estudiar cine aunque hubiese querido, no solo porque no tenía suficiente dinero, sino porque la dictadura de Franco había cerrado las escuelas de cine en los años 70. Será por eso que también el cine de Almodóvar tiene su propia escuela, una escuela que empezó con la primera cámara Super 8 que compró ahorrando, mientras trabajaba en una compañía de teléfonos. Y con la ayuda de algunos amigos, filmó los primeros cortometrajes que se hicieron famosos por desafiar la censura franquista, en un movimiento cultural que se llamó 'La Movida', incluyendo su primera película 'Pepi, Luci, Bom y Otras Chicas como Mamá' (que incluso había filmado en 16mm y tuvieron que transformar a 35mm para estrenar en el cine). 20 películas después, con él empezaron los actores españoles más famosos como Antonio Banderas Penélope Cruz, y Javier Bardem, exportando a Hollywood un estilo de cine con acento muy español y el mejor condimento de Pedro Almodóvar que se niega a cruzar esa misma frontera. "Es maravilloso ver que la gente con la que he trabajado crece y crece en otros lugares." comenta Pedro "En ese aspecto lo siento como parte de mi familia y como si yo fuera la madre y el padre. Me encanta ver que entra en el cine americano y se convierte en lo que es."
- ¿No soñaste en tener estrellas americanas en algna de tus películas o hacer una película de Hollywood para Hollywood?
- Hay muchos actores americanos con los que me gustaría trabajar pero no sé si tengo el suficiente conocimiento de la lengua, sobre todo, de la cultura americana. En algún momento, tal vez, acabe haciéndolo. Si la historia pide ser dicha en inglés y ocurre allí, entonces... Pero hasta ahora me da mucha más seguridad trabajar en español y en España.
- ¿Pero no es cierto el rumor de que la verdadera protagonista de la película 'Julieta' iba a ser una estrella de Hollywood?
- Es como decir "Yo he podido follar con..." o "Estuve a punto" (Risas) Pero bueno, te lo voy a decir, iba a ser Meryl Streep, y ella estaba de acuerdo, estuvimos hablando bastante. Yo soñaba con trabajar con ella y éste era un vehículo muy apropiado para ella. Había hecho una película distinta de la que había hecho en España. Pero en el último momento me invadió la inseguridad.
Con el estilo melodramático con que tanto lo caracteriza, junto con los contrastes de colores y la música que marca el compás de la historia, con la película 'Julieta' Pedro Almodóvar cuenta la historia de una mujer en dos etapas. La actual, es interpretada por Emma Suárez en medio de una depresión que recién describe la causa, cuando decide escribirle a su hija, para contarle la verdadera historia... con la etapa más joven de su vida que interpreta Adriana Ugarte. Y en el camino, muestra los dramas de una vida con más tristezas que alegrías, con acciones y malentendidos de un pasado que trata de remediar.
¿Es cierto que la película 'Julieta' se iba a llamar 'Silencio' y tuviste que cambiar el título porque había otra película que se iba a llamar igual?
Sí, la última película de Scorsese se llama 'Silencio'. La empezamos a rodar al mismo tiempo. La suya no está lista porque es una película de época, una novela japonesa maravillosa que habla de los Jesuitas en el siglo XVII tratando de evangelizar a los japoneses y el silencio del que habla es el silencio de Dios. Entonces 'Silencio' es esencial en la película de él. Para mí era un título muy esencial pero, después de terminar de rodarla me dijeron que no lo iba a poder utilizar en algunos mercados como en Estados Unidos, por ejemplo. Después quisieron ponerle 'Almodóvar Silence', pero yo no estaba seguro y una película que tiene diferentes nombres en diferentes mercados no me pareció una buena idea. La verdad es que a mí me hubiera encantado ponerle ese título.
¿Y cómo fue que elegiste a Adriana Ugarte y Emma Suarez como las protagonistas?
Para esta película necesitaba rostros nuevos y la llamaron a Adriana (Ugarte) para una prueba. La verdad es que le hicieron prueba a cuatro o cinco actrices nomás. Y Adriana, sin saber nada de la historia ni del personaje fue la que hizo la prueba del modo más intuitivo, más natural. A Emma ya la conocía y también fue la primera que hizo la prueba y ya no hicimos más pruebas. A mí me gustó mucho y ella tampoco sabía que era la única. Cuando tienes que escoger a alguien que no conoces, empiezas a ver a los personajes a través de los actores y te da mucha información, tanto los actores con los que no vas a trabajar como los que eliges. Es así como el papel empieza a tomar cuerpo y agregas cosas que no pensabas. Nos sirve más a los directores como información que para elegir al actor.
¿Qué relación te queda con los actores después de terminar una película?
Buena. Hay algunos que los continúo viendo de inmediato, y algunos con los que te distancias con los treinta y cinco años que llevo trabajando. En general tengo muy buena relación, hay algún caso que no, pero bueno...
¿Los llamas por teléfono o te pasa como en la película 'Julieta' que los ves por la calle y empieza de nuevo la relación?
No. Los llamo por teléfono en su cumpleaños como parte de la familia y en las celebraciones navideñas. Si viven en Madrid, sí es más fácil. Por ejemplo, Antonio (Banderas) no vive en Madrid, entonces nos llamamos para ver cómo estamos. Si se está divorciando, le pregunto '¿cómo lo llevas?'
¿El tatuaje del corazón con la letra AJ que aparece en la película no es igual al que tenía Melanie Griffith con el nombre de Antonio (Banderas)? Se parece demasiado.
(Ríe) Está en ese lado, está en ese lado. Ese corazón ya sabes que no existe. El de Antonio digo...
¿Pero aquel tatuaje de Melanie, te inspiró en el de la película?
Es un lugar donde las personas que aman locamente se imprimen algo en relación... Bueno, Melanie lo hizo, ¿cómo no lo va a hacer el personaje de la película?
¿Tú tienes algún tatuaje?
No.
¿Tus películas en cierta forma no son como tatuajes? ¿Teniendo en cuenta que tu productora de cine se llama 'El Deseo'... A este nivel de tu vida sientes que cumpliste con todos tus deseos, a nivel personal y profesional
Yo creo que es imposible cumplir todos los deseos. Tampoco es una cuestión de dinero. Lo que sí conseguí es seguir siendo muy independiente, completamente libre a la hora de decidir qué película hago y cómo la hago. La verdad es que eso es un privilegio. Mi deseo pendiente es seguir haciendo películas cada dos años donde yo me identifique, sin que la sienta como algo extraño. Y a nivel personal, nuestra naturaleza es una naturaleza muy imperfecta y llena de contingencias. Yo puedo desear algo que ya mi cuerpo no me lo permite. Pero los deseos son buenos, te mantienen vivos y en cualquier caso, a mí me mantienen activo.