No es buena idea tener a estos animales como mascotas

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No es buena idea tener a estos animales como mascotas

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Si bien la lista de enfermedades zoonóticas puede ser inquietante, no debe impedir que las familias tengan mascotas, que, se ha demostrado, reducen la depresión, la soledad, la presión arterial y hasta los niveles de colesterol

Si usted cría niños ecológicos, es muy probable que alguno se aparezca un día en la casa con una tortuga o un sapo de los bosques: quizás hasta una salamandra de un arroyo.

Pero los padres deben resistir el impulso de improvisar un acuario o buscar una caja de zapatos y dar la bienvenida al animal a la familia, dicen los veterinarios.

Las tortugas –especialmente las que miden menos de 4 pulgadas de diámetro- son portadoras de salmonela, una bacteria maldita que no enferma a los reptiles pero a los humanos puede darles diarrea, calambres abdominales y fiebre durante una semana.

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Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades advierten sobre cuatro brotes recientes que afectaron a 133 personas en 26 estados, todos los cuales fueron rastreados hasta tortugas. Cuarenta y uno por ciento de los enfermos tenían de 5 años para abajo.

A los geckos crestados (popularizados por los avisos comerciales de Geico) también se les adjudicaron 22 casos en 17 
estados el año pasado.

Pero librar a su casa de los reptiles no significa que su familia ya no corre el riesgo de una enfermedad zoonótica, término que describe una enfermedad que los humanos contraen de los animales. Los mosquitos son los que tienen peor prensa y, 
ciertamente, la mayoría de los casos de zoonosis derivan del contacto con insectos o animales salvajes.

A nivel mundial, se estima que al menos 60 por ciento de las enfermedades humanas son propagadas por animales, y cualquier contacto con animales conlleva cierto grado de riesgo, sobre todo si usted está embarazada, es mayor de 65 años, menos de 6 o tiene un sistema inmune debilitado.

Esto significa que los padres deben tener sumo cuidado si sus hijos visitan una granja o un zoológico de mascotas, y que algunos tipos de mascotas deben excluirse en las familias con miembros que estén dentro de un grupo de alto riesgo.

“A mí personalmente no me gustan los reptiles o las tortugas (como mascotas), y me mantendría alejado de los primates de todo tipo; no deben ser mascotas”, dijo el Dr. Barry Kellogg, veterinario en la zona oeste de Massachusetts y asesor sénior en la Humane Society Veterinary Medical Association. “Los perros y los gatos, potencialmente los hurones o los cobayos, son el límite en lo que se refiere al hogar, especialmente si hay niños de por medio”.

Los niños particularmente corren riesgo de contraer enfermedades zoonóticas porque sus sistemas inmunológicos no están totalmente desarrollados y porque tienden a frotarse la nariz y llevarse cosas a la boca: incluidas tortugas pequeñas.

La Food and Drug Administration prohibió la venta de tortugas pequeñas en 1975 porque todos los días se enfermaban con salmonela alrededor de 280.000 niños. Todavía, empero, se pueden comprar online, y una tortuga, de cualquier tamaño que sea, puede transportar salmonela, incluso la tortuga terrestre por la que usted frena para que cruce la calle.

“Lavarse las manos, lavarse las manos, lavarse las manos”, dice Kellogg, enfatizando que es la forma más importante de evitar enfermedades zoonóticas. Hay, sin embargo, otras cosas que usted debería saber.

Cuidado con lo que recoge
El Dr. Jason Stull, autor principal de un estudio sobre reducción del riesgo de enfermedades zoonóticas, dijo que 75 por ciento de los hogares estadounidenses tienen contacto al menos con una mascota y que el contacto íntimo con una mascota es común entre los dueños de mascotas, muchos de los cuales les permiten dormir con ellos y lamerles la cara. 

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Para las personas saludables con edades de 6 a 64 años, esto en general no representa ningún problema. Para los muy pequeños o muy viejos, o para quienes tienen un sistema inmunológico débil, es un riesgo.

“Con los animales es complicado porque muchas veces ellos no se enferman con las enfermedades que transmiten. Pero el hecho de que un animal parezca saludable no significa que no pueda enfermarnos”, dijo Stull.

La salmonela es un problema, no sólo con los reptiles y los anfibios, sino con las aves de corral. Los niños pueden contraerla manipulando pollitos o patitos; de hecho, los CDC deben emitir a menudo una advertencia respecto de brotes de salmonela poco después de Pascua, cuando muchos padres regalan pollos como mascotas. “Son tan lindos; da ganas de tomarlos y sostenernos, pero no es una buena idea”, dijo Kellogg.

Un riesgo particular para las embarazadas es la toxoplasmosis, que causa síntomas parecidos a la gripe que pueden durar un mes, y pueden provocar daños oculares y en el cerebro en el bebé en desarrollo. Se contrae a partir de las heces de 
gato.

“Las embarazadas no deben cambiar la caja con arena”, dijo Kellogg, agregando que, dado que los gatos podrían tener partículas de heces en sus garras, tampoco se debe sostener a los gatos durante el embarazo. (Ser obsesivo con la limpieza del arenero ayuda: el parásito tarda entre tres y cinco días en volverse infeccioso de modo que cambiar la suciedad del gato todos los días o día por medio reduce considerablemente el riesgo.)

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Los gatos, los perros y otros mamíferos pueden transmitir parásitos y enfermedades fúngicas a los humanos, como anquilostoma, tenia y lombrices intestinales. Para evitarlos, no camine descalzo en un patio donde defeca una mascota y no permita que sus hijos pequeños limpien lo que ésta ensucia en el patio, aconseja Kellogg.

Las mordeduras y los rasguños son otra forma en que las personas se enferman debido a sus mascotas. Aproximadamente 4,5 millones de personas en los Estados Unidos, en su mayoría menores de 14 años, son mordidas todos los años por animales, y las mordeduras de perro representan un cuarto de las visitas a guardias médicas relacionadas con animales, según la investigación de Stull.

Pero una mordedura de gato también puede provocar una infección fea porque aun lavándose después la herida, las bacterias pueden haberse deslizado debajo de la piel. Por esa razón, Kellogg aconseja que las personas soliciten atención médica después de cualquier tipo de mordedura seria, aunque el animal haya sido vacunado contra la rabia. (Una magulladura, que en general es superficial, no es tan grave, pero si rasga la piel puede causar una enfermedad por rasguño de gato.)

Tomar precauciones
A veces, es la persona la que necesita entrenamiento, no el animal, sobre todo cuando hay de por medio niños, dijo Stull.

“La mayoría de los niños no son en realidad conscientes de la forma correcta de interactuar con los animales; creen que son otra persona –que es, la mayoría de las veces la forma en que los tratamos en nuestros hogares- y quizá no se den cuenta de que un perro está asustado o enojado”, dijo.

De hecho, los expertos en perros dicen que una expresión común de afecto en los humanos –el abrazo- causa estrés y ansiedad en un 80 por ciento de los perros. De modo que no abrace a su perro, no haga juegos bruscos con los gatos, lo cual les enseña que la agresión está bien. Manténgale las uñas cortadas.

En los zoológicos o granjas de mascotas, lleve siempre toallitas desinfectantes y no acerque objetos que luego los niños se pongan en la boca –como chupetes, biberones o vasitos- a los animales, dijo Stull.

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Y si tiene que haber una mascota, es mejor que en los hogares donde hay mujeres embarazadas o niños pequeños haya una mascota madura, no joven, agregó. Esto se debe a que los animales –al igual que los niños- son más propensos a transmitir enfermedades cuando son jóvenes. Un animal más viejo ya pasó por el ciclo de las enfermedades comunes y tiene menos probabilidades de contraerlas y compartirlas, dijo.

Si bien la lista de enfermedades zoonóticas puede ser inquietante, no debe impedir que las familias tengan mascotas, que, se ha demostrado, reducen la depresión, la soledad, la presión arterial y hasta los niveles de colesterol. Un estudio ha sugerido incluso que las personas que tienen perro exhiben corazones más saludables, según los National Institutes of Health.

“Afortunadamente, los individuos saludables en los Estados Unidos están protegidos por sistemas inmunológicos intactos y fortalecidos por una buena nutrición, sanidad e higiene”, escribieron los Dres. Kevin Esch y Christine Petersen de la Ohio State University en su estudio de 2013 sobre parásitos transmitidos a través de mascotas.

La manera más eficaz de evitar las enfermedades zoonóticas es la más fácil y barata: el agua y un pan de jabón, o un desinfectante para manos a base de alcohol. “Si alguien quiere recoger salamandras y recoger sapos, fantástico. Simplemente lávese las manos y no se lleve las manos a la boca”, dijo Stull.