Agregó gente de Saltillo, el lugar donde vive, pero tan pronto inició su aventura, comenzaron las decepciones. Antonio, aceptó su solicitud de amistad y sin conocerla le habló con mucha naturalidad: “Hola preciosa, no me quieres saludar”, fue el primer comentario que recibió.

Ella respondió con un cortante “Hola”. Le respondieron: “Mami, me encantas, estás muy hermosa”. Sofía no lo conocía y se mostró ofendida por sus palabras. Antonio parecía no importarle, siguió con los piropos hasta que la cansaron.

Con la misma naturalidad le habló César, Elver, Prostipirugolfo, Fabián, Jaime. Ninguno fue un simple “hola”, siempre agregaban adjetivos como “corazón”, “princesa”, “hermosa”, “mi reina”. No la conocían, pero ya la deseaban.

Al siguiente día Benjamín Rivapalacios, un abogado poblano radicado en Monterrey (o eso decía en su cuenta) fue el primero en darle las gracias por su amistad. Esto ganó la confianza de Sofía y al poco tiempo ya le preguntaba por el salario de su padre, dónde vivía. Estas preguntas la asustaron.

Tanta fue la insistencia que tuvo que bloquearlo. Ya no quería saber del supuesto amor que le tenía, ni del avión que le mandaría de Monterrey a Saltillo para llevarla a pasear por mágicos lugares.

Hombres casados y divorciados, hombres que podrían ser su padre o abuelo acosaban todos los días a Sofía, una chica de sonrisa hermosa, descripción que sus acosadores usaban para referirse a ella.

Gastón no tuvo problemas en saludarla y luego de una breve presentación, su pene estaba en la pantalla de su computadora.

Sofía no supo qué hacer, le dijo que sentía que la acosaba y en vez de disculparse, Gastón le pidió que le mandara una foto de ella. En ese instante terminó la conversación.

Herman fue directo al grano, luego de un “Hi”, comenzó a mandarle fotos de su miembro. Ella le decía que parara, pero no le importó, para él ya eran novios y podía negarse. Sofía quedó aterrorizada. Nunca había tenido esa experiencia.

En 5 días, Sofía tenía 461 amigos, el 90% hombres, los cuales la llenaban de mensajes, fotografías y propuestas sexuales.

Tanto hostigamiento provocó que cerrára definitivamente su cuenta de Facebook y mejor se enfocó a sus estudios.