Nada dice Iglesia por caso de ex sacerdote saltillense que dejó la sotana para formar una familia

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Nada dice Iglesia por caso de ex sacerdote saltillense que dejó la sotana para formar una familia

Silencio. El exsacerdote Humberto Álvarez celebró recientemente el cumpleaños de su hija. / Archivo
Habría tenido una hija cuando aún era párroco del templo del Santísimo Cristo del Ojo de Agua

Luego de un año de que el padre Humberto Álvarez, expárroco del templo del Santísimo Cristo del Ojo de Agua renunciara a la sotana y saliera a la luz que tiene esposa e hija, VANGUARDIA buscó la postura de la Iglesia ante esta situación, pero se negaron a expresar alguna opinión argumentando que los padres que podían decir algo no están disponibles para hablar.

No es la primera vez que se busca reacción de la Diócesis ante este controversial caso.

Cabe mencionar que los feligreses cercanos al templo del Ojo de Agua ya emitieron su opinión al respecto y algunos manifiestan su apoyo al polémico sacerdote y otros prefieren mantenerse al margen, aunque hay quienes hablan mal de él por sus acciones.

Humberto Álvarez Saucedo, ex sacerdote del templo del Santísimo Cristo Ojo de Agua, quien renunció al sacerdocio hace un año, apareció en una fotografía tomada en el cumpleaños de su hija y una mujer que podría ser su esposa.

El sacerdote anunció su dimisión al cargo en 2015, pero su hija tiene más de 3 años, lo que quiere decir que la pequeña nació cuando él aún era párroco del Ojo de Agua.

Durante la homilía de pasado 19 de abril de 2015 el ex sacerdote dirigió un mensaje de “despedida” a la comunidad católica del templo del Santísimo Cristo del Ojo de Agua:

“Estoy con el derecho de emprender otro proyecto de vida. La verdad es infinitamente más compleja, pero a todos nos toca construirla, no importa que no te escuchen, sigue construyendo porque ya hay camino que construye verdad para darnos vida. Aunque algunos sólo quieran verdad por poder para ser jueces, no te rindas, aún hay fuego en ti”, sostuvo.

El dato
> El religioso fue asignado por el obispo Raúl Vera a la parroquia del Santísimo Cristo Ojo de Agua en 2010, en la cual estuvo a cargo durante 5 años.