CIUDAD JUÁREZ, CHIH.- A poco menos de un mes de la visita del papa Francisco a esta frontera, están casi listas las sillas que el Pontífice y su curia utilizarán en la misa que ofrecerá a unos metros de la línea divisoria con Estados Unidos, así como en los otros eventos en los que estará presente. 

Víctor Alfonso Dávila Hernández, quien ha tallado madera por alrededor de medio siglo, es quien tendrá en sus manos la responsabilidad de labrar para el jerarca católico la silla fabricada con maderas traídas de la sierra tarahumara. 

Las 10 sillas solicitadas por el Obispado de Juárez a la conocida fábrica Muebles Colonial, quizá la más antigua de la ciudad, podrán ser vistas por el mundo entero a través de la transmisión de la ceremonia eucarística, lo cual llena de orgullo a esta familia de carpinteros, que es liderada por Ángel Rodríguez Zepeda, quien inició el negocio cuando llegó a Juárez en 1957. 

Dávila Hernández señala que tiene hoy entre sus manos un pedazo de madera que le da la oportunidad de plasmar no solamente su talento como labrador, sino también la esperanza de una ciudad entera por recuperar la paz y la prosperidad. 

“Es un gran honor para nosotros que nos hallan encargado este trabajo para el papa Francisco”, dice Luz Rodríguez Sánchez, hija de don Ángel y administradora de la mueblería, quien confía en que la visita del Pontífice traiga paz a los habitantes de Ciudad Juárez, puesto que “habiendo paz hay trabajo y todo mejoraría para la ciudad”. 

El taller de muebles y carpintería se ubica sobre la avenida Tecnológico, ruta troncal por donde transitará el Papa, y desde hace días es visitado por curiosos y periodistas de todo el mundo que desean ver el proceso de elaboración del sitial Papal. 

En el proceso de fabricación de cuatro sitiales y cuatro sillas para acompañantes intervienen hasta seis personas, entre el carpintero, el pintor, el detallista, el tapicero y el labrador, a quien le toma hasta 36 horas tallar los elementos que comprenden el escudo papal, entre los cuales están unas llaves entrelazadas por un cordón, un sol radiante y llameante con las letras IHS, así como la estrella y la flor de nardo. 

La silla para el papa Francisco, quien estará en Juárez el 17 de febrero y después partirá a la ciudad del Vaticano, tiene una altura de 178 centímetros, 79 de frente, y un ancho en su parte más gruesa de un metro con cinco centímetros. Todos los muebles que usará el Pontífice serán colocados en un museo que se construirá para recordar la histórica visita.