Aunque sabe que tener tantos Niños Dios es una gran responsabilidad por el gasto que representa cada 2 de febrero, don Leonardo pide que le regalen más imágenes.

Y aunque para otros dueños de Niños Dios significa un problema conseguir padrinos, para don Leo es una tarea fácil, porque hay gente que se ofrece apadrinar a la imagen, porque quiere ser parte de esa fiesta de fe que cada Día de la Candelaria se realiza en la colonia La Gloria.

Algunos de los Niños Dios se los han dado con algunas abolladuras o incluso rotos, pero eso para don Leo no es ningún problema porque no importa cuánto se tarde en juntar el dinero para mandarlos reparar, siempre lo hace.

Aunque se dedica a recolectar botellas y luego venderlas, esto no le impide cumplir con su deber, de hecho está esperando para llevar a reparar a uno de los niños que le dio su vecina porque su esposo cambió de religión y para que no los tirara, Don Leo se quedó con ellos.

20 BOLOS DIFERENTES
Como son 20 los Niño Dios, el día 2 de febrero la casa de Don Leonardo se llena de 20 tipos de bolos diferentes, cada padrino ofrece algo de comer, cada persona en la colonia es invitada a la levantada que hace que todos lo conozcan.

Él dice que si alguien ya no quiere a su Niño Dios que se lo pueden regalar, esto porque piensa que entre más tenga más bendecido estará y para evitar que las personas los tiren.

“Lo que pasa es que muchas personas ya no son católicas, se cambian de religión y quieren tirar a los Niño Dios, yo por eso mejor les digo que me los den, yo los cuido, los arreglo y les consigo un padrino”, dice.

Don Leo es de las pocas personas en la ciudad que tiene tantos niño Dios y quiere que le sigan llegando más porque para él son una bendición.