Colonia Dignidad, la secta que abusó y educó a niños alemanes
mundo
1 Jul 2013
Usted está aquí
Colonia Dignidad, la secta que abusó y educó a niños alemanes
Comentarios
La embajada alemana en Chile declinó emitir un comentario a la espera de un análisis profundo de los documentos.
Santiago de Chile, Chile.- Las autoridades de Alemania y Chile tuvieron conocimiento de los abusos sexuales y el trabajo esclavo al que fueron sometidos los niños de la secta alemana de Colonia Dignidad, según archivos secretos de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y Estados Unidos, divulgados hoy por dpa.
Un reporte del embajador de la Casa Blanca en Santiago en 1977, David Popper, alertó incluso que el representante en Chile de la República Federal Alemana, Erich Strätling, mantenía lazos amistosos con Colonia Dignidad, recinto que operó por años como campo de torturas de la dictadura de Pinochet.
La embajada alemana en Chile declinó emitir un comentario a la espera de un análisis profundo de los documentos.
Popper, tras ofrecer una recepción a Strätling, reportó al Departamento de Estado que Colonia Dignidad era liderada por Paul Schaefer, quien estaba "ligado a "escándalos homosexuales" durante los años 1970 a 1973, en los que "parecía haber implicado al entonces embajador alemán en Chile". El embajador Strätling, entretanto fallecido, estuvo al frente de la sede diplomática entre 1976 y 1979.
En ese período, según archivos de la legación alemana, los embajadores fueron Horst Osterheld (1970-1971) y Lothar Lahn (1971-1973).
El documento escrito por Popper, quien informó en otros telegramas que había sospechas de que Colonia Dignidad era un campo de torturas, describió en detalle los encuentros entre Strätling y los colonos.
Popper además informó a sus superiores que Strätling descartaba que jerarcas nazis "en el pasado se hubieran refugiado en Colonia Dignidad".
Strätling, quien contó a Popper que pidió a los colonos reparar su casa, admitió que las vestimentas de los jóvenes colonos le recordaban los utilizados por la juventud hitleriana en la época nazi, pero que creía que ello se estaba atenuando.
Las sospechas sobre lo que sucedía al interior de Colonia Dignidad, un campo cerrado e inaccesible que llegó a tener 17.000 hectáreas, aeropuerto y hospital, prosiguieron con los años.
En los documentos desclasificados de Estados Unidos también aparece, en ese marco, la visita y apoyo otorgado a Colonia Dignidad por el entonces general del aire, Fernando Matthei, padre de la actual ministra del Trabajo, Evelyn Matthei.
Colonia Dignidad, situada a unos 350 kilómetros al sur de Santiago, fue escenario de tráfico internacional de armas convencionales y químicas, centro de torturas y violaciones masivas de menores, según investigaciones judiciales producidas después de 1990, tras el retorno a la democracia.
Pero antes, los excesos también llamaron la atención de la dictadura del general Augusto Pinochet, en especial entre los años 1986 y 1988, cuando el problema cobró fuerza en organismos de derechos humanos de Chile y Alemania.
Incluso el ministro de Educación chileno, Juan Antonio Guzmán, admitió entonces que su institución desconocía cómo operaba la escuela ilegal en que eran educados los niños y jóvenes de Colonia Dignidad, según el oficio reservado 394 de septiembre de 1988, revelado hoy por dpa.
"Ocurren efectivamente en dicho organismo (Colonia Dignidad) graves situaciones delictuales", subrayó también en esos años el vicecanciller chileno, el general Francisco Ramírez Migliassi, en el memorando secreto número 09557 de 1987.
En 1989, el canciller Hernán Felipe Errazúriz, también observó preocupación sobre los excesos cometidos con los niños. "Los hijos son separados de sus padres desde que nacen sin haber razón aparente que lo justifique", informó al ministro del Interior de la época, Carlos Cáceres, hoy empresario.
Colonia Dignidad, situada a unos 35 kilómetros al este de la sureña ciudad de Parral, fue establecida en 1961 por un grupo de colonos alemanes en el fundo "El Lavadero".
Su fundador y líder, Paul Schäfer, un ex miembro de las juventudes hitlerianas, participó como suboficial enfermero en la Segunda Guerra Mundial. Huyó en 1961 de su país tras ser acusado de abusar de dos niños.
Tras el retorno a la democracia, el gobierno de Patricio Aylwin (1990-1994) comenzó a desmantelar jurídicamente la existencia de este enclave alemán.
Por Mauricio Weibel/DPA-Reportaje
Un reporte del embajador de la Casa Blanca en Santiago en 1977, David Popper, alertó incluso que el representante en Chile de la República Federal Alemana, Erich Strätling, mantenía lazos amistosos con Colonia Dignidad, recinto que operó por años como campo de torturas de la dictadura de Pinochet.
La embajada alemana en Chile declinó emitir un comentario a la espera de un análisis profundo de los documentos.
Popper, tras ofrecer una recepción a Strätling, reportó al Departamento de Estado que Colonia Dignidad era liderada por Paul Schaefer, quien estaba "ligado a "escándalos homosexuales" durante los años 1970 a 1973, en los que "parecía haber implicado al entonces embajador alemán en Chile". El embajador Strätling, entretanto fallecido, estuvo al frente de la sede diplomática entre 1976 y 1979.
En ese período, según archivos de la legación alemana, los embajadores fueron Horst Osterheld (1970-1971) y Lothar Lahn (1971-1973).
El documento escrito por Popper, quien informó en otros telegramas que había sospechas de que Colonia Dignidad era un campo de torturas, describió en detalle los encuentros entre Strätling y los colonos.
Popper además informó a sus superiores que Strätling descartaba que jerarcas nazis "en el pasado se hubieran refugiado en Colonia Dignidad".
Strätling, quien contó a Popper que pidió a los colonos reparar su casa, admitió que las vestimentas de los jóvenes colonos le recordaban los utilizados por la juventud hitleriana en la época nazi, pero que creía que ello se estaba atenuando.
Las sospechas sobre lo que sucedía al interior de Colonia Dignidad, un campo cerrado e inaccesible que llegó a tener 17.000 hectáreas, aeropuerto y hospital, prosiguieron con los años.
En los documentos desclasificados de Estados Unidos también aparece, en ese marco, la visita y apoyo otorgado a Colonia Dignidad por el entonces general del aire, Fernando Matthei, padre de la actual ministra del Trabajo, Evelyn Matthei.
Colonia Dignidad, situada a unos 350 kilómetros al sur de Santiago, fue escenario de tráfico internacional de armas convencionales y químicas, centro de torturas y violaciones masivas de menores, según investigaciones judiciales producidas después de 1990, tras el retorno a la democracia.
Pero antes, los excesos también llamaron la atención de la dictadura del general Augusto Pinochet, en especial entre los años 1986 y 1988, cuando el problema cobró fuerza en organismos de derechos humanos de Chile y Alemania.
Incluso el ministro de Educación chileno, Juan Antonio Guzmán, admitió entonces que su institución desconocía cómo operaba la escuela ilegal en que eran educados los niños y jóvenes de Colonia Dignidad, según el oficio reservado 394 de septiembre de 1988, revelado hoy por dpa.
"Ocurren efectivamente en dicho organismo (Colonia Dignidad) graves situaciones delictuales", subrayó también en esos años el vicecanciller chileno, el general Francisco Ramírez Migliassi, en el memorando secreto número 09557 de 1987.
En 1989, el canciller Hernán Felipe Errazúriz, también observó preocupación sobre los excesos cometidos con los niños. "Los hijos son separados de sus padres desde que nacen sin haber razón aparente que lo justifique", informó al ministro del Interior de la época, Carlos Cáceres, hoy empresario.
Colonia Dignidad, situada a unos 35 kilómetros al este de la sureña ciudad de Parral, fue establecida en 1961 por un grupo de colonos alemanes en el fundo "El Lavadero".
Su fundador y líder, Paul Schäfer, un ex miembro de las juventudes hitlerianas, participó como suboficial enfermero en la Segunda Guerra Mundial. Huyó en 1961 de su país tras ser acusado de abusar de dos niños.
Tras el retorno a la democracia, el gobierno de Patricio Aylwin (1990-1994) comenzó a desmantelar jurídicamente la existencia de este enclave alemán.
Por Mauricio Weibel/DPA-Reportaje