‘Zootopia’: Prejuicios animales

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‘Zootopia’: Prejuicios animales

Relevante e inteligente, una de las obras más maduras que ha hecho Disney en su historia, esta película es mucho más que diversión animal

Calificación: 9 de 10

El ser humano rara vez tiene una plena consciencia del otro. Estamos predispuestos desde nuestra infancia por estereotipos, ideas preconcebidas y demás barreras sociales que impiden nuestra armónica convivencia en sociedad. ¿Por qué tendría que ser diferente en un mundo de animales “civilizados”? Aunque caminen en dos patas y lleven ropa puesta, los leones no se llevan con los corderos, los zorros no se hablan con los conejos. Ya saben, se supone que unos deben actuar de cierta manera y otros de otra, porque esa es la creencia popular, está en su genética, etcétera. Difícil decir que exista la igualdad en “Zootopia”, la nueva fábula animal de Disney, que presenta un mundo tan parecido al nuestro que da miedo. Un lugar donde, a diferencia de otras cintas del estudio, los ideales son casi imposibles de alcanzar.

La trama sigue a la conejita Judy Hopps, cuyo mayor sueño es salir de su pequeño pueblo granjero, convertirse en policía y trabajar en la gran ciudad de Zootopia, aunque vaya en contra de la tradición agricultora de su familia, quienes consideran aquel mundo demasiado peligroso para los de su especie. De hecho Hopps se da cuenta que la vida allá  no es sencilla y aunque ya tiene su placa y uniforme, la diminuta conejita es casi aplastada, literal y metafóricamente, por un mundo gobernado por animales mucho más grandes. Pero su determinación no se detiene y cuando encuentra en el zorro Nick Wilde una pista a la misteriosa desaparición de varios animales, tendrá su oportunidad de demostrar que ella también es tan capaz como los enormes hipopótamos y rinocerontes que tiene por compañeros.

Pero no se deje engañar, la película no trata solamente sobre cómo luchar por nuestros sueños, perseverar y esas cosas nos llevarán a triunfar en la vida. El mensaje de la cinta es mucho más amplio y de gran importancia para la sociedad contemporánea. Ese mensaje se encuentra en el contexto de la historia antes contada. Es decir, una sociedad de animales que, sin presencia de humanos en el mundo, han evolucionado a tal grado que encontraron la forma de convivir entre sí, lejos ya del primitivo mecanismo depredador-presa, al que obedecían sus ancestros en cuatro patas. Aunque nunca explican cómo viven los animales carnívoros (¿todos se volvieron vegetarianos?), todas las especies existen aquí sin devorarse entre ellos.

Pero esta sociedad no está exenta de prejuicios y racismo. Que si todos los herbívoros son torpes y débiles, que si los depredadores son malvados y crueles… Toda la aparente paz es tan sólo una máscara que esconde secretos mucho más profundos, enraizados en el subconsciente de estos seres por el comportamiento que, supuestamente, la naturaleza les dio y el cual no se puede cambiar. Un comportamiento que no es otra cosa que una cierta educación, una forma de ver las cosas heredada, que tiende a generalizar todo lo ajeno y extraño. Así justamente como en el mundo que vivimos ahora, así es “Zootopia”. Un retrato tan honesto que para ser una película de Disney se podría considerar hasta crudo.

Y sí, esta es una película familiar, pero sus temas son tan maduros y efectivos, tratados con tanto cuidado y detalle, que se llega a un punto de olvidar que lo que estamos viendo son dibujos animados. Cuando, por momentos, despertaba del letargo en que me tenía esta fascinante aventura, me llegué a preguntar “¿los niños están disfrutando esto?, ¿no se estarán asustando?, ¿le estarán entendiendo?” Suena extraño decirlo, pero esta película es un movimiento arriesgado por parte de Disney, un estudio mucho más amistoso y convencional, que normalmente no entra en conflictos sociales tan graves, ni mucho menos lo hace de esta manera. ¿A qué manera me refiero? Pues a un mundo donde los buenos y malos no están tan definidos y que a ratos parece transformarse en un filme noir, con acción y peligros que se sienten mucho más cercanos debido al retrato de este mundo, aunque no existan personas.

Porque otro acierto es la detallada construcción de este lugar y no me refiero necesariamente al trabajo de animación (que a lo mucho es decente). Me refiero a la forma en que funciona la sociedad, desde que Zootopia esté dividida en diferentes ecosistemas (selvas tropicales, tundras gélidas, desiertos abrasantes), hasta pequeños detalles como los medios de transporte para los animales de distintos tamaños o cómo los diminutos roedores viven en su propio microbarrio para no ser aplastados. Todo está construido de maravilla y no dudo que al ver esta cinta más de una vez uno pueda apreciar nuevos detalles. Pero aquello es mucho más que una simple curiosidad visual, algo para ver y entretener a los niños.

El contexto tiene una función concreta en la trama. Primero que nada funciona en ámbito de la acción, tanto en emocionantes persecuciones, como gags cómicos hilarantes. En segundo lugar, y más importante, acentúa el mensaje de la historia. Cada animal tiene sus particulares necesidades, de acuerdo a su naturaleza y aquí el gran reto de esta ciudad: proveer a todos sus habitantes con los adecuados recursos para vivir en armonía. Una armonía que se ve al construir tubos por donde se mueven los hamsters o automóviles donde quepan los ratones, pero que se rompe cuando hablamos de la interacción entre ellos, cuando chocan las especies y cuando no se entiende que cada uno tiene sus debilidades y fortalezas, que las diferencias son algo intransferible con lo que se tiene que aprender a vivir, guste o no.

Este es un buen mensaje, positivo y con la adecuada dosis de cursilería que se esperaría de Disney. Pero cuidado, ya lo dije antes, este filme se llega a sentir mucho más realista y compleja. Quizá por la relevancia con nuestra sociedad, quizá por la falta de números musicales, quizá por las situaciones peligrosas (y emocionantes) que crea. Quizá por todo lo anterior, el asunto es que esta película es algo más que sólo divertida, porque tengo que aclarar que lo es y mucho, los chistes son ingeniosos y llegan en las dosis correctas, pero también es una cinta que tiene algo importante que decir. Tal vez demasiado importante, lo que la coloca en un lugar muy alto dentro de las mejores obras que ha hecho Disney. Una fábula para la posteridad que merece ser vista muchas veces.

El dato
> Elenco (voces): René García, Romina Marroquín Payró, Sergio Zurita, Octavio Rojas, Humberto Solórzano, Shakira.
> Directores: Byron Howard, Rich Moore y Jared Bush.
> Género: Animación / Aventura
> Duración: 108 minutos
> Clasificación: A