¡Zapata Vive!, ¡la lucha sigue!

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¡Zapata Vive!, ¡la lucha sigue!

Este 8 de agosto pero de hace 138 años, Emiliano Zapata nació en Oaxaca. Zapata se convirtió en el icono preferido para las movilizaciones antirégimen en el país. Es el revolucionario cuyo ejemplo cunde en las montañas como en las calles de casi todas las ciudades mexicanas, desde su asesinato en la posrevolución maderista  en abril de 1919 hasta nuestros días. Hoy es motivo de recuerdo y homenaje, pero más aún, una guía para la protesta, no únicamente en la selva chiapaneca sino en todos los lugares en los que existan razones para las marchas y los gritos para exigir justicia social.

Este aniversario, y las recientes muertes de Marcelino Perelló, líder estudiantil del movimiento del 68, y del caricaturista Rius, me han despertado la memoria por los nuestros muertos, aquellas y aquellos coahuilenses cuyas vidas -en gran parte- estuvieron ligadas a la organización y protesta social. Contemporáneos míos, amigos, camaradas, personajes si bien algunos no muy famosos en nuestra sociedad, pero a quienes escuché en reuniones conspirativas, de estudio  o únicamente de chacota, pero con quienes marché codo con codo en no pocos movimientos sociales. Algunos fueron:

Casiano Campos Aguilar, conocido por sus andanzas políticas de movilizaciones sociales y estancias en diversas cárceles, era un gran conversador, lo conocí en sus años calmos,  en aquellos días de sentimientos y voluntades juveniles de solidaridad para con los huelguistas obreros de Cinsa Cifunsa, y también en las exigencias de autonomía universitaria. Si alguien sabe de lucha obrera es Casiano, me dijo mi amigo Gustavo López, entonces dirigente del PCM en Coahuila, y nos dirigimos hacia sus charlas ilustradoras. Fue la primera ocasión, después cualquier motivo era suficiente para atender las orientaciones y en algunas ocasiones llamadas de atención de Casiano Campos.

Juan Sánchez Segovia, estudiante de Jurisprudencia. La lucha social está allá afuera, me reclamó cuando lo conocí, en las colonias populares, en las fábricas, allá con los que trabajan no aquí con los estudiantes que gritan y escandalizan solamente en los días de clases, allá te espero mi amigo Mario. Fue una amistad que duró muchos años, Juan entrelazaba los conocimientos adquiridos en las aulas y sus ímpetus de reivindicación social, por eso fue el abogado de los pobres. Los fines de semana, sábados y domingos se empeñaba en organizar a colonos y trabajadores y en los días de ejercicio escolar, de cuando en vez aparecía en nuestras reuniones estudiantiles, dizque organizadoras para la protesta contra autoridades de aquí y de allá. Aprendí mucho con Juan Sánchez, de la relación estudiantil-luchas populares.

Joel Ramírez, más conocido como el “Chamizal”, estudiante de Economía, me adelantaba algunos grados, y como Marcelino Perelló, con luces y sombras, mi amigo Joel dedicaba gran parte de sus días y noches a la organización de colonos, hasta que se cansó de los juegos políticos de los partidos con careta de izquierda y negociaciones con los gobernantes en turno y mejor compró una cantina. Pero gran parte de su vida la dedicó a las luchas populares. Joel Ramírez forma parte de esas generaciones que en las décadas de los setentas y ochentas dieron lugar al surgimiento de una sociedad civil con mayor participación política. Lo mismo se enfrascaba en la protesta por injusticias en nuestra ciudad y en nuestro país, que con indignación alzaba la voz para exigir el respeto a los vapuleados y asesinados por las dictaduras sudamericanas y caribeñas. Continuaremos con la nómina de nuestros muertos en la próxima.

La última y nos vamos

Después de reunión nacional priista. Este partido ya está listo para iniciar la carrera por la sucesión, la novedad más importante y no se trata de algo menor es la posibilidad de que el PRI postule a un candidato no surgido de sus filas. En otras palabras, los altos jerarcas del PRI no se amarran las manos, pinta bien para una competencia al interior del PRI más democrática y menos enmascarada. Que los demás partidos nacionales también nos brinden buenas noticias para que la sucesión del 2018, sea de mayor altura, y no disputa de comadres contra el mesianismo.
 
La querella infinita
Mario Valencia Hernández
mvalehe@yahoo.com.mx