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"Yo doné sangre y recé con la esposa de Colosio”: Talina Fernández
En su programa de Radio Centro, Fernanda Tapia entrevistó a la comunicadora Talina Fernández, quien dió su testimonio de todo lo sucedido alrededor del asesinato de Luis Donaldo Colosio.
Talina Fernández menciona que Televisa la mando a trabajar a Tijuana, y Diana Laura era muy su amiga y la invitó a su gira.
Talina asegura que fue a Lomás Taurinas, por que era una invitada especial, y ella trató de acercarse a Luis Donaldo y no había manera de acercase, ya que los que lo custodiaban no la dejaban pasar.
Y ella se pregunta como es que Aburto pudo acercarse tanto a él. Después del discurso, se acercó alguien del gobierno y la subieron a un camión con otros periodistas.
“Soltaron una música espeluznante… La Culebra”, expresó Talina. Añade que un joven se aventó a las escaleras del camión, mientras gritaba: “le dieron a Colosio”.
Enfrente de ellos arrancó una patrulla con Aburto y de ahí, afirma, que los llevaron a la “procu” y después los llevaron al hospital. También menciona que Diana Laura iba llegando por que voló en un avión “chqiuito”.
Asegura que le hicieron una seña para que no le dijera nada a Diana Laura, porque ella llegó creyendo que le dieron con un palo en la cabeza. Agrega que una mujer rubia gritó que todos se salieran, sacando a los otros periodistas.
Sin embargo, Talina alcanzó a escuchar que pedían sangre o negativa y ella se ofrece, mientras dos “guaruras” la llevaron al sótano, y con una jerga con cloro le limpiaron el brazo y le sacaron medio litro.
Talina menciona que le negaban la entrada a los quirófanos, pero logró entrar. Y al fondo de los pasillos, ve a Diana Laura rezando con el obispo Berlie y se une a ellos.
Todo ese tiempo seguía en comunicación con Jacobo Zabludovsky. Posteriormente el obispo Berlie le hace una seña negativa y ella declara en vivo, la muerte extraoficial de Colosio.
Sin embargo, unos “guaruras” le dijeron que no podía dar ninguna declaración extraoficial, pero ella volvió a repetir la información. Diana Laura aceptó la invitación de irse con ella a su casa a playas de Tijuana, donde hicieron guardia. Asegura que Diana decía que más no pudo quererlo y pedía que su hijo no viera las noticias. Concluye que después de que se fue Diana Laura con el féretro a México, se quedó totalmente desolada.