Ya se les pasó de tueste

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Ya se les pasó de tueste

Hay una expresión norestense, muy del campo, que dice: se les está pasando de tueste. Alude al error de dejar más  tiempo del debido, en el comal, o en el fogón, a algún alimento que se está preparando. 

Aplica, según la sabiduría popular, en casos como la protesta contra la reforma educativa, de los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que viene a hacer dentro del magisterio, una especie de disidencia permanente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.  En este caso entre la C y la S media un mundo de diferencia.

Es tal el cansancio de la sociedad ante estas protestas, con bloqueos de carreteras, tomas de casetas de cobro, secuestro de personal en oficinas públicas, asalto a gasolineras, plantones en todos los espacios públicos imaginables, desde el Zócalo o el Monumento a la Revolución en la Ciudad de México, que plazas en Michoacán, Guerrero, Oaxaca, o Chiapas. Ayer se adueñaron durante horas de estaciones de radio y canales locales de televisión. Su obra maestra, para los medios internacionales, aparte de las imágenes de vandalizar e incendiar edificios públicos, lo ha sido sin duda el indigno atropello contra maestras y maestros de la tercera edad, a los que les raparon el cabello  públicamente, por considerarlos traidores al dar clases, mientras ellos están de paro y en rebeldía contra la SEP.

La creatividad irónica de los mexicanos creó un meme que describe el hartazgo de la gran mayoría de la población contra las interminables manifestaciones de estos maestros, que parecen venir de una especie violenta, y haber estudiado para pelear y no para enseñar. En él parecen unas personas sentadas en alguna terraza en el inicio del siglo XXII, es decir en el 2100, y comentan al ver pasar a un grupo de inconformes con pancartas y gritería de consignas: “ahí van los de la CNTE, siguen en la lucha contra la Reforma”.

Así se percibe la intransigencia de los muy combativos profesores de los estados sureños, que a diferencia de todos los demás del país, no aceptan, y al parecer no aceptarán por ningún motivo, las condiciones de control y evaluación que impone la madre de todas las reformas impulsada por el Presidente Enrique Peña Nieto

Es muy difícil saber, hasta dónde llega el cálculo de los maestros en su estrategia de desgaste contra la autoridad educativa. Sin embargo lo que ha ocurrido esta semana, con las escenas de represión al cortarles el pelo, a los maestros cumplidos, obliga a la Secretaría de Educación, seguramente a la Secretaría de Gobernación, y por qué no decirlo, al propio Presidente de la República, dado el impacto mediático nacional e internacional que han tenido los últimos hechos, es hasta dónde se pueden aguantar los desmanes de los inconformes, en un régimen de derecho, que no debiera, a decir de gran parte de la comentocracia nacional, seguir tolerando los excesos de los grupos movilizados contra la reforma.

El Secretario de Educación se muestra muy firme en su postura de no sentarse a negociar por nada del mundo la aplicación de la reforma. Bien por él, en el sentido de hacer que la ley se cumpla. Pero lo que no ha dicho es,  qué  va a hacer para que sus trabajadores, él es la cabeza de la SEP, vuelvan a las aulas. 

No puede mantenerse todo el tiempo con el discurso de que la ley no se negocia, y de que les va a descontar los días que no se presenten a trabajar. El tema es como se va a arreglar el asunto. Este país, gracias a su evolución democrática, ya superó aquella terrible época, en que los gobernantes esperaban a que los problemas se resolvieran solos. Eso ya se acabó.

Los dirigentes magisteriales parecen disfrutar mucho de sus comparecencias ante las cámaras y los micrófonos de la televisión, también ante las grabadoras de los reporteros. Se empiezan a acostumbrar a un cierto protagonismo social y político. Muy difícilmente van a regresar a lo suyo, y acatar las nuevas disposiciones, con las manos vacías. Eso va contra la naturaleza de un líder sindical. Imposible.

El secretario de Educación, Aurelio Nuño, y el secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, debieran mostrar al país su capacidad de resolver problemas que afectan el Estado de Derecho, y que generan una muy mala imagen para México en el exterior. 

Vamos a pensar que lo único que esperan es que pasen las elecciones de este domingo. Sobre todo por Oaxaca donde se elige Gobernador, Alcaldes, y el Congreso Local. De cualquier manera, con todo respeto, ya se les pasó de tueste.