El suizo Stan Wawrinka se clasificó hoy para jugar su tercera definición de Grand Slam al remontar por 4-6, 7-5, 6-4 y 6-2 ante el japonés Kei Nishikori en la semifinal del Abierto de tenis de los Estados Unidos, en un encuentro que se extendió por tres horas y siete minutos.

El suizo, que jamás ha perdido la final de un grande, tiene por delante la oportunidad de sumar su tercer título en un Grand Slan después de ganar el Abierto de Australia 2014 a Rafael Nadal y Roland Garros 2015 a Novak Djokovic.

Precisamente, Wawrinka se enfrentará en su primera definición en Nueva York al número uno del mundo, ganador de Gael Monfils en la semifinal anterior.

El campeón de dos grandes, de 31 años, necesitó darle la vuelta a un cruce que nació torcido para él. Nishikori no titubeó en el arranque del partido y rápidamente se hizo con el primer set ante un Wawrinka que falló más de lo habitual.

Tras imponerse a Andy Murray en semifinales, uno de los grandes favoritos del torneo por el momento en el que llegaba a Nueva York, el tenista japonés le dio continuidad a ese buen resultado con un gran inicio.

El tenista japonés llegó incluso a colocarse 2-0 en la segunda manga, abriendo brecha en el marcador y amenazando con cerrar el partido por la vía rápida. Sin embargo, Wawrinka reaccionó de forma extraordinaria.

El número cuatro de la clasificación ganó el segundo set, empató el partido y consiguió cambiar la imparable dinámica de su oponente.

La aparición de la lluvia en el tercer parcial no frenó a Wawrinka. Tras ceder el break que tenía de ventaja, el suizo volvió a quebrar el saque de Nishikori con 5-4 y tomó una distancia decisiva, ya con la pista Arthur Ashe cubierta por el nuevo techo retráctil que el torneo ha estrenado en esta edición.

El juego agresivo de Wawrinka fue aún más efectivo bajo esa cúpula, como demostró en el comienzo del cuarto set al romper el servicio de Nishikori y acelerar hacia el triunfo final. Aunque Nishikori volvió a recuperar la rotura de saque (de 3-1 a 3-2), Wawrinka consiguió anularlo (4-2) para acabar levantando los brazos victorioso.

Campeón de tres títulos en 2016 (Chennai, Dubái y Ginebra), Wawrinka se enfrentará a Djokovic el próximo domingo con un cara a cara muy desfavorable (4-19), pero sabiendo lo que es ganarle al serbio una final de Grand Slam. Lo hizo en Roland Garros la temporada pasada. El número uno ya está avisado. El desafío no será fácil