Al presidente Andrés Manuel López Obrador le gusta el lenguaje coloquial y los refranes populares. Juguetea con ellos en un afán por llegar a la gente. Pero esta semana, el uso de uno ellos –el “ya chole”– terminó por volteársele. Y con justa razón.

A propósito de esas frases populares, aquí algunos episodios y sus respectivos refranes populares que le embonan perfecto al Presidente:

“No soy el jefe del partido (…) Por primera vez en mucho tiempo, el presidente no es un jefe de facción, sino del Estado”, dijo el Presidente cuando le preguntaron si tenía un candidato favorito para dirigir Morena, el partido que lo encumbró como presidente.

En otros momentos también se desmarcó del partido. Por ejemplo, cuando iniciaron los problemas internos para renovar la presidencia del partido.

Pero ahora, ante la manifestación que han realizado principalmente mujeres, donde exigen al Presidente retire su apoyo a Félix Salgado Macedonio como candidato a la gubernatura de Guerrero debido a denuncias por delitos sexuales, el Presidente dijo: “ya chole” con las campañas promovidas contra el senador.

Primero no es de Morena y es del pueblo: de ricos y pobres, hombres y mujeres, de todos. Pero al final defiende a uno de los suyos, acusa supuestas campañas, acusa golpeteos políticos. No es del pueblo, no es de las mujeres. Es de quien le interesa políticamente. Por eso mejor, Presidente, recuerde que “por la boca muere el pez”.

Prometió combatir la corrupción. Dijo que la construcción del Nuevo Aeropuerto en Texcoco estaba plagado de corrupción. Pero a la fecha el combate sigue en su imaginario porque no hay nada concreto. Todos los días habla de corrupción y corruptos, pero siguen sin verse los castigos. Todos los días señala a la corrupción como la causante de los problemas, pero siguen sin verse los castigos que reflejen que se está rompiendo con ese círculo vicioso. Como dice el refrán popular: “mucho ruido y pocas nueces”.

Además, asegura que en su administración no hay corrupción, que eso es cosa del pasado. Pero sobran ejemplos que evidencian lo opuesto: las irregularidades –por decir lo menos– del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, donde en algunos estados se ha documentado cómo se crean “empresas” para desviar recursos mediante la simulación de las capacitaciones a becarios, es un claro ejemplo. O los contratos a su familia cercana. Pero cada mañana insiste que su gobierno no es corrupto. Por eso, por más que repita y repita el tema, presidente, recuerde el refrán: “el hábito no hace al monje”.

Prometió combatir la pobreza y mantiene la misma estrategia de los programas asistencialistas que sólo sirven para, precisamente, administrar y perpetuar la pobreza. Así que “a otro perro con ese hueso” de primero los pobres.

Prometió proteger el medio ambiente, no destruir ecosistemas a cambio de la actividad económica. Pero vemos un freno a las energías limpias y una predilección por el uso del petróleo y combustibles fósiles. Y no se diga el fuerte impacto ambiental del Tren Maya. Como dice el refrán: “de lengua me como un taco”.

“No somos iguales”, afirma cada que tiene oportunidad para desmarcarse de sus antecesores. Pero en más de dos años de gobierno las prácticas no difieren mucho de las de antaño. Otro refrán popular que le queda al Presidente: “Del dicho al hecho hay mucho trecho”.

AL TIRO

Al final del día, todo parece que Félix Salgado Macedonio será el candidato de Morena y posiblemente hasta gobernador. Del pueblo de Guerrero dependerá lo contrario.

Después del “Ya chole” del Presidente, las redes sociales, las benditas redes sociales, se inundaron de respuestas: #YaChole con su discurso de división. #YaChole con Bartlett. #YaChole de machos en el poder. #YaChole de la misoginia. #YaChole de feminicidios. #YaChole de pretextos. #YaChole con obras faraónicas. #YaChole de opacidad y querer tumbar instituciones de transparencia. #YaChole con el desabasto de medicamentos. #YaChole de la violencia que no cesa. #YaChole con el mal manejo sanitario de la pandemia.

A como van las cosas, el Presidente tiene que recordar que hay elecciones en unos meses y que prometió la revocación de mandato. Así que no olvide el refrán popular: “Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente”.