Todos con Yazmín: ‘Ya acabé con lo que tenía y he llegado al límite de pedir ayuda’
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Todos con Yazmín: ‘Ya acabé con lo que tenía y he llegado al límite de pedir ayuda’
Dicen que es más padre el que cría, que el que engendra y para muestra don Juan Francisco Robledo Pérez quien mientras todo el mundo celebra la Noche Buena y la Navidad, él se la pasó con Yazmín Guadalupe Castillo Reyes, su hijastra, en el Hospital del Niño; cuidándola.
Ayer, Yazmín, 14 años, quien padece de leucemia aguda y además fiebres que le suben a 38 y 39 grados y le hacen tener convulsiones, cumplió ocho días de haber ingresado a este sanatorio, luego de una recaída.
Y desde entonces don Juan ha estado con ella, a su lado, en su cama de hospital, como un verdadero padre, en tanto Yajaira Reyes, la mamá de Yazmín, se queda en casa con los demás chicos: un nene de 12, una niña de ocho y las gemelas de año y medio.
El pasado 19 de junio a Yazmín le fue detectada la enfermedad de cáncer en la sangre y eso le vino a cambiar la vida a la familia.
Juan Francisco dice que fue la falta de alimentación, la vida de privaciones y de violencia que le daba a la familia el padre biológico enfermó a Yazmín. “Esa historia está para un libro”, comenta.
Don Juan trabajaba en una empresa de seguridad y aparte echaba viajes en un camión de volteo, después, con los gastos que implica la leucemia de Yazmín, la leucemia es una enfermedad cara, tuvo que vender su coche, una televisión y varios enseres para costear las consultas, pasajes y recetas de la menor.
“El tratamiento es muy largo, yo hago lo que puedo, ahorita ya acabé con todo lo que tenía, por eso he llegado al límite de pedir ayuda…”.
A veces una sola receta de Yazmín llega a costar hasta 20 mil pesos.
Cada ocho días Yazmín tiene que estar viniendo al hospital para sus chequeos de laboratorio y eso también significan gastos.
Cuenta que hace cinco años se puso a vivir en unión libre con Yajaira, la mamá de Yazmín, que era amiga de su madre y vivía en unas tapias con sus hijos, por el rumbo de la colonia Lomas del Refugio.
Luego de conocerla y saber la situación en la que vivía la familia, don Juan le dio a Yajaira las llaves de su casa y él se fue con sus padres.
Hasta que después de tratarse un tiempo, don Juan y la mamá de Yazmín se pusieron a vivir juntos. Y sus vidas transcurrían sin sobresaltos.
“Éramos una familia que vivía normal”. La pareja tuvo dos gemelas y eso añadió otra dosis de felicidad.
Andado los días vino lo de la enfermedad de Yazmín y fue un terremoto que sacudió la vida de la familia.
A lo largo de su existencia don Juan había hecho de todo, pero nunca se imaginó andar en el cerro correteando serpientes para hacerlas polvo y con él preparar un remedio natural para Yazmín, remedio que le ha funcionado.
“Mi mayor hazaña ha sido ir a traerle serpientes al cerro porque también le recetaron algo de eso. Nunca me imaginé andar cazando serpientes para darle a una niña”, dijo.
APUROS NO CESAN
Ayer don Juan de plano estaba desesperado. Se había quedado sin dinero y era menester surtir una receta de un medicamento caro para Yazmín que permanecía internada en el Hospital del Niño.
Y por esta razón pidió el apoyo de la comunidad para sortear la crisis económica que está pasando la familia.
“¿Cómo le voy a hacer, si aquí estoy internado, con la niña porque tiene que estar la mamá o tengo que estar yo? Estamos pidiendo ayuda de toda la gente, de la población, que volteen para acá. Hay necesidad ahorita”, dijo.
Don Juan dice que las cuentas que le llegan por la enfermedad de Yazmín son de 380 mil, 100 mil pesos, hay que hacer estudios, comprar medicinas, pagar el internamiento, porque el Hospital Niño no es gratuito ni público.
“Desde que te anotas en recepción empieza a contar la hospitalización y la hospitalización es de 600 pesos diarios para arriba, entonces va subiendo la cuenta, aparte el material y los estudios. Nos han apoyado asociaciones como Niños con Leucemia y en el despacho del Gobernador”, comentó.
El sábado era más de mediodía y no había probado bocado. “Aquí a veces duermes, a veces no, a veces comes, a veces no”, comenta y yo lo veo y pienso: “aun así, no se rinde”.
SI QUIERES AYUDAR
> Yazmín Guadalupe Castillo
> Llama a: 844 455 77 70
> Deposita Santander
> 5579083008436335