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¿Y quién es António Guterres?
Es detallista hasta rallar la adicción. En un reciente encuentro en Lisboa con periodistas extranjeros, António Guterres se encargó personalmente de colocar cada silla en una sola fila para que no hubiera unos periodistas delante de otros. Al acabar, los informadores salieron en estampida mientras él colocaba la veintena de sillas, una a una, en el mismo lugar donde las había encontrado.
Con la misma paciencia habló con cada diplomático de la ONU, con la ayuda del embajador portugés, Álvaro de Mendoça, y hace un mes, en plena carrera para dirigir al organismo, el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, escribió que Guterres, su amigo de siempre, era “el mejor de todos nosotros”.
Sin sorpresas, el exprimer ministro portugués António Manuel de Oliveira Guterres fue nombrado Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas por el Consejo de Seguridad, que llevará su nombre a la Asamblea General, para que lo apruebe en unos días.
El sucesor de Ban Ki-moon estará desde el 1 de enero próximo al frente de la ONU, un lugar que conoce bien, después de haber dirigido al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), entre junio de 2005 y diciembre de 2015, una organización con unos 10 mil empleados en 125 países.
En ese cargo, según su biografía oficial, Guterres, portugués con determinación, católico y cero enemigos, promovió "una profunda reforma estructural" del ACNUR, para reducir el número de empleados en un 20 por ciento en la sede central en Ginebra, al tiempo que triplicó el volumen de las actividades del organismo.
Vale resaltar que, durante su gestión, el mundo sufrió algunas de las mayores crisis humanitarias en las últimas décadas, los refugiados y los desplazados sobre todo por los conflictos en Siria, Iraq, Sudán del Sur, la República Centroafricana y Yemen.
Su programa de gobierno mundial no se basa en la reacción, sino en la prevención. Guterres es de atajar la herida antes de que sangre porque ahorra sufrimiento y dinero. Este político prudente no tiene duda alguna de que el mundo reacciona tarde —y por tanto mal— a los retos.
Y como experto en el tema recordaba recientemente el desastre de los refugiados. “Han llegado a Europa dos por cada mil habitantes, pero viendo las imágenes de televisión se dio una impresión de pánico. Esa sensación de invasión incontrolada debió ser evitada", explicó.
Católico y socialista
António Manuel de Oliveira Guterres, de 67 años, nació el 30 de abril de 1949 en Lisboa.
De madre profundamente católica, se involucra en su juventud en discusiones religiosas y sociales en el "Light Group", que incluyó, entre otros, a políticos como Helena Roseta y Marcelo Rebelo de Sousa. En este grupo, también se conoce al Padre Victor Melicias.
Actualmente, Guterres está casado con Catarina Vaz Pinto y tiene dos hijos.
Brillante estudiante, acabó Bachillerato con 18 valores sobre 20. Creció bajo la dictadura de Salazar sin crearle problemas. Leyó a Marx, pero a la lucha le movió Juan Pablo XXIII, que arengó a los católicos a salir de las iglesias.
En 1965, ingresó en el curso de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Técnica, donde se graduó en 1971 con una calificación final de 19 valores.
Se unió al partido Socialista de Portugal en 1974, el mismo año en que la Revolución de los Claveles llevó la democracia a su país tras cinco décadas en la oscuridad.
Desde 1971, de la mano de António Reis, comienza una larga carrera política. Llega a la Asamblea de la República en 1976 y es Diputado más de 17 años, llegando a la liderar los bancos socialistas.
No fueron gobiernos para recordar los del primer ministro Guterres, entre 1995 y 2002. Como Carter o Gorbachov, era de esos políticos con mejor imagen lejos de casa que dentro. Aunque ingeniero electrónico, le apasiona la historia y la geografía y gracias a su memoria prodigiosa es capaz de adaptar las guerras del Peloponeso a los errores cometidos hoy en Siria o Afganistán.
Fue presidente de la Internacional Socialista entre 1999 y 2005, cuando dejó el cargo al llegar a la ACNUR.
A lo largo de su vida, siempre mantuvo iniciativas en el campo de la solidaridad: fundada el Consejo de Refugiados portugués y la Asociación para la Protección de los Consumidores (DECO), y también presidió el Centro de Acción Social Universitaria, una asociación encargada de proyectos de desarrollo social en los barrios desfavorecidos de Lisboa.
Quienes lo conocen afirman que la imagen de este político portugués engaña; detrás de sus suaves maneras, guarda una fe inquebrantable y una voluntad de hierro. Necesitará de todas sus capacitadas para asumir su nueva responsabilidad.
Con información de agencias.