¿Y qué fiscaliza entonces la Secretaría de Fiscalización?
Usted está aquí
¿Y qué fiscaliza entonces la Secretaría de Fiscalización?
El año pasado el Consejo General del IEPC cerró la casa y con la mano en la cintura entregó las llaves a la Secretaría de Finanzas para que ésta, a su vez, las adjudicase al nuevo Instituto Electoral de Coahuila.
A diferencia de otros organismos estatales que facilitaron el proceso de conversión ordenado por el INE, los depuestos árbitros electorales de la entidad utilizaron dolosamente una figura mercantil para no responsabilizarse de los vicios ocultos ni de los daños supervinientes que aparezcan a la propiedad: la liquidación.
Es decir, como jurídicamente ya no existen, ya no hay a quién reclamar. A eso le apuestan ellos.
Así, mediante el acuerdo 15/2015 del 26 de octubre de 2015, se aprobó la designación de Gabino Gregorio Salinas Silva como liquidador del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana, se publicó en el Periódico Oficial el 3 de noviembre, y punto final.
Sin embargo la Secretaría de Fiscalización y Rendición de Cuentas (Sefir) para eso existe: para supervisar el proceso de entrega-recepción del patrimonio público.
Al respecto quien esto escribe requirió a la Sefir el 18 de noviembre un reporte con las observaciones realizadas al proceso de liquidación del IEPC. Y la respuesta la transcribo a continuación: “se efectuó la entrega de los recursos humanos, materiales y financieros a la Secretaría de Finanzas” (oficio 1139/2015).
Ajá. ¿Y luego?, ¿cómo saber si se perdió algo en el trasvase del IEPC al IEC?
De entrada, porque las cuentas no cuadran. De acuerdo con el oficio UAT /668/2015, firmado por la Secretaría de Finanzas, ésta recibió del IEPC un total de 4 millones 011 mil 497 pesos “de conformidad con el acta administrativa de entrega-recepción general, signada el 2 de noviembre”.
Y al 7 de diciembre de 2015 la misma Secretaría de Finanzas había transferido 9 millones 490 mil 264 pesos al nuevo IEC, según el oficio UAT 669/2015.
No es la Deuda Pública de Coahuila, pero tampoco son cacahuates.
A través de un recurso el ICAI obligó a la Sefir a dar contestación a lo que originalmente requerí. Y nuevamente Héctor Nájera Davis, coordinador de asuntos jurídicos de la dependencia, respondió el pasado 16 de enero que “la información no se encuentra en los archivos de las distintas áreas de la Secretaría de Fiscalización y Rendición de Cuentas”.
¿Podemos asumir que no hicieron su trabajo?, ¿qué fiscaliza entonces la Secretaría de Fiscalización y Rendición de Cuentas?
Cabe señalar que el liquidador del IEPC, Gabino Gregorio Salinas Silva, es el director General de Auditoría Interna de la Sefir, dependiente de la Subsecretaría de Auditoría Gubernamental y Modernización. Y el asunto no es menor ni el IEPC está exento de responsabilidad: como resultado de la auditoría número ASE-3120-2015, realizada por la Auditoría Superior del Estado, se desprenden 58 observaciones que contienen hechos en los que se advierten irregularidades por un valor total de 14 millones 54 mil 636 pesos.
Cortita y al pie
Dicho de otra forma: hasta después de liquidado el IEPC da dolores de cabeza. Y eso que aún falta el análisis de la cuenta pública 2015.
Con dicho antecedente, ¿por qué a la Sefir no le interesa supervisar su liquidación?
La última y nos vamos
Apenas el 28 de enero el Instituto Mexicano de la Competitividad (Imco) no es un organismo oficial, sino una asociación civil con fines de lucro) premió al Gobierno del Estado y señaló que Coahuila “se ha vuelto un referente nacional en transparencia”.
De risa loca. Solos se premian. Solos se aplauden.