¿Y el Biblioparque Poniente, Isidro?
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¿Y el Biblioparque Poniente, Isidro?
Esta semana el Presidente Municipal de Saltillo, Isidro López, informó que iniciará en breve la construcción del Biblioparque Oriente al que destinarán “42 millones de pesos para comenzar” (VANGUARDIA, 08/02/16).
Es decir, todo el presupuesto federal que recibirá el Ayuntamiento en 2016, etiquetado para “proyectos de infraestructura municipal” (42.9 millones de pesos), será puesto en la misma canasta y como adelantó VANGUARDIA el 19 de enero, el hipotético Biblioparque Oriente será edificado en partes: “la idea que me ha pedido el Alcalde es trabajarlo en tres, cuatro etapas. Terminar la primera y empezar a dar un servicio a la comunidad e irnos así año con año”, explicó el exDirector de Infraestructura, José Antonio Lazcano.
A lo chambón, pues. Con el sello de la administración.
Ahora bien, surge una pregunta: ¿por qué destinar el 100% de los recursos federales a una sola obra y no ejecutar 10 espacios recreativos de menor cuantía, por ejemplo?
Quien esto escribe lo publicó aquí el pasado 6 de diciembre: hay que poner lupa al dinero que ‘bajarán’ de la Federación, a propósito de lo declarado por el Tesorero, Adrián Ortiz: “el fondo no tiene un fin específico, lo podemos usar en cualquier tema, eso es lo mejor de todo”. Ojo.
Por otro lado, el Municipio no utiliza sus propios inmuebles para erigir el hipotético Biblioparque Oriente sino que adquirió un terreno de 69 mil 713 metros cuadrados a los comunicadores Francisco José y Eduardo Jaime de la Peña de León, ubicado dentro del predio denominado “Las Tetillas” como consta en las escrituras públicas aún en trámite 01/2015 y 02/2015, de fecha 02 de enero de 2015, registradas en la Notaría Pública 88 de Saltillo.
Además a los mismos propietarios les fue comprado un lote de 108 metros cuadrados, adyacente al otro, situado en el Fraccionamiento Los Nogales.
El costo de la operación fue dolosamente ocultado por el Ayuntamiento en el expediente UAI/594/2015, aunque por separado el ex Director de Desarrollo Humano, Carlos Orta Canales, tasó en 38 millones de pesos el valor de la compraventa (VANGUARDIA, 25/10/14).
Y aquí viene lo más importante: la planeación no sigue un orden lógico ni cronológico. Me explico.
En 2014, a tan solo 44 días de haber tomado posesión, el Ayuntamiento acordó la compra de un predio de 110 mil 645 metros cuadrados, como consta en la escritura pública 218, protocolizada el 29 de septiembre del mismo año en la Notaría Pública 51 de Saltillo. Ahí se instalaría el hipotético Biblioparque Poniente.
Sin embargo el plan se congeló curiosamente después de pagar los 40.9 millones de pesos por el terreno ¡a los primos hermanos de la Secretaria del Ayuntamiento, María Alicia García Narro!, de nombres Hernán, Elsa, Martha, Teresa, Norma, María Eugenia y Ana Rodríguez García, mismos que hicieron el negocio de su vida.
Todos ellos, cabe señalar, son parientes consanguíneos de García Narro dentro del cuarto grado, situación que sanciona la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos Estatales y Municipales de Coahuila en su artículo 52 fracción XIV, al señalar que todo funcionario deberá “excusarse de intervenir en cualquier forma en la atención, tramitación o resolución de asuntos en los que tengan interés personal, familiar o de negocios, incluyendo aquellas de los que pueda resultar algún beneficio para él, su cónyuge o parientes consanguíneos hasta el cuarto grado, por afinidad o civiles”.
Finalmente por tiempo (quedan sólo 22 meses de gestión que debido a las elecciones de 2017 se reducirán prácticamente a un año efectivo) y dinero (para 2016 disminuirá 20% la inversión en obra pública, comparado con el año anterior), es prácticamente imposible emprender dicha obra en el Poniente de la ciudad.
¿De verdad existió la intención de construirlo ahí?, ¿qué harán con esas hectáreas, si la ubicación es inviable para otros proyectos y la plusvalía no es negocio?, ¿para qué las compraron entonces?.
Cortita y al pie
A lo anterior hay que señalar otras agravantes: en el equipo de Isidro ya no están Orta y Lazcano, los negociadores originales de los terrenos y los proyectos, y en 2015 la Presidencia Municipal ejerció sólo el 7% de su presupuesto anual en obra pública (Mosaico de Egos, 20/12/15).
Dicho de otra forma: no hay brújula. Y en el mejor de los escenarios el intento por dar continuidad a los Biblioparques Norte y Sur, ideados por la administración anterior, quedará a medias.
La última y nos vamos
El 8 de febrero anunció Isidro López que va en serio el Biblioparque Oriente. Ajá. ¿Y qué pasará con el Biblioparque Poniente si un año antes adquirieron los terrenos?, ¿desharán el trato que ventajosamente aprovechó María Alicia García Narro?
No es difícil aventurar lo que sucederá con el caso: se archivará en los anales de la infamia gubernamental. Al tiempo.