¿Y dónde está el Alcalde?
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¿Y dónde está el Alcalde?
Con un presupuesto de apenas cinco millones de dólares para su filmación, Paramount Pictures estrenó en 1980 la película “Airplane!”, presentada en Latinoamérica bajo el título “¿Y Dónde Está el Piloto?”, con la actuación estelar del inolvidable actor canadiense Leslie Nielsen. La producción cinematográfica fue concebida como una parodia de las películas de desastre que se pusieron de moda a finales de los setenta y, en forma hilarante, representa las vicisitudes a las que se enfrenta un expiloto de guerra perturbado psicológicamente, interpretado por Robert Hays, para aterrizar un avión comercial tras la intoxicación del capitán, tripulación y parte de los pasajeros. En el año 2000, el largometraje recibió el reconocimiento como la segunda mejor comedia de todos los tiempos por parte de la revista Total Film.
Aunque la referida película es considerada de “culto” y provoca la risa hasta del más amargado, la falta del piloto no siempre es divertida. Acá no hubo intoxicación y sin embargo el alcalde de nuestra capital, Isidro López Villarreal, decidió abandonar el encargo que le confirieron las y los saltillenses, persiguiendo el guajiro sueño de ser Gobernador de Coahuila. Tener aspiraciones es válido; solicitar una licencia “sin goce de sueldo” para cumplir con la ley y, con ello, ser elegible como candidato de su partido, también lo es; lo que no se vale es dejar a los ciudadanos colgados de la brocha. Los representantes de la derecha son buenos para criticar el llamado “chapulineo”, pero chapulines también los hay de color azul.
Durante su campaña, “Chilo” (como lo llaman cariñosamente sus amigos, y no tan cariñosamente algunos otros) hizo el compromiso de terminar su periodo de cuatro años al frente del Ayuntamiento, pero al escuchar el primer “Canto de las Sirenas” optó por dejar un encargado al frente de la comuna para correr, con poco éxito, tras la candidatura albiazul. De esa forma, el 12 de diciembre del año pasado, el cabildo sarapero autorizó la solicitud de licencia del alcalde para separarse del cargo por tiempo indefinido. El 16 de enero, la cúpula panista ungió a Guillermo Anaya Llamas como el candidato “más competitivo” para contender por la gubernatura de Coahuila, en un “amañado proceso”, calificado así por otro de los aspirantes azules, Luis Fernando Salazar. Sin embargo, a la fecha, del Alcalde nada se sabe. Sus compañeros de partido lo subieron al volantín, y no le cumplieron.
A más de un mes de recibir el descalabro por parte del CEN panista, el Presidente Municipal no ha regresado a chambear. Y mientras el señor deshoja la margarita, ante la disyuntiva del: ¿regreso?, ¿no regreso?, nuestra ciudad se encuentra en el abandono. Colonias completas sin luminarias; calles y avenidas sucias y descuidadas; baches por doquier; escasez en el abasto de agua; ineficiencia en el servicio de recolección de basura; ausencia total de obra pública municipal, son parte de las inquietudes y quejas que diariamente plantean cientos de miles de saltillenses. Lo más grave es, sin duda, el regreso de la delincuencia común a la capital coahuilense. Tan solo en el mes de enero de este año, los robos en Saltillo aumentaron más de 41%; en este rubro, los cometidos en casa habitación sufrieron un incremento del 350% con respecto al mismo mes del año 2016. Sí mamá, saca la calculadora para que hagas cuentas, pero antes de hacerlo cierra bien la puerta de la casa, no vaya a ser.
Aquí en confianza, no es la primera vez que “Don Chilo” nos aplica el “ahorita vengo”. En el mes de julio de 2015, el jefe de la comuna saltillense solicitó licencia para ausentarse por “motivos personales”. Más tarde declararía que el permiso lo pidió para asistir a una sencillita boda y participar en un torneo de golf ¡en Escocia! Ahora mismo, cuando el Presidente Municipal la piensa un poquito más, yo me permito recordar al gran novelista japonés Yukio Mishima, quien afirmó: “El problema es que el entorno político moderno ha comenzado a actuar con la irresponsabilidad propia del arte, reduciendo la vida a un concierto absolutamente ficticio; ha transformado la sociedad en un teatro y al pueblo en una masa de espectadores”. Y mientras tanto, ¿dónde está el Alcalde?
Twitter: @Ivo_Garza