Y 150 días después, tampoco hay rumbo en Coahuila
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Y 150 días después, tampoco hay rumbo en Coahuila
Ciento cuarenta y siete días después de iniciado el sexenio, sí, 147 días después, el Gobierno de Coahuila encabezado por Miguel Riquelme presentó su Plan Estatal de Desarrollo 2017-2023.
¿Por qué la prisa?, se preguntará usted con ironía.
Muy sencillo: porque pueden. Rubén Moreira, el antecedente más inmediato, reveló el Plan Estatal de Desarrollo 2011-2017 a los 167 días de iniciada su gestión, por ejemplo.
En defensa del Gobierno de Coahuila se podrá decir que, al tratarse de una hoja de ruta sexenal, más vale tomarse un tiempo de más en redactarla que hacerlo apresuradamente. Tal vez.
Sin embargo, el resultado final no justifica el tiempo utilizado en su preparación. Me explico.
El jueves pasado, a través de un evento faraónico, el Gobernador expuso que organizaron 12 foros regionales de consulta ciudadana durante febrero y marzo en Saltillo, Torreón, Monclova y Piedras Negras, asistieron 3 mil 507 personas y recibieron 2 mil 663 propuestas que “fueron analizadas y, en su caso, incorporadas al Plan”.
Hasta aquí pareciera que cuenta con licencia social. Legitimidad. Si un defensor de derechos humanos, un empresario, una organización civil participa, está respaldando tácitamente –aunque no sea consciente de ello– lo que ahí resulte. Avalándolo. Dicho de otra forma: está prestando su nombre, atributo de la personalidad, a favor de un ente público con intereses distintos.
¿Y entonces cómo acabó en un documento tan mediocre?
Al cumplirse 100 días de Gobierno, en este mismo espacio cuestioné dónde estaba el Gobernador, pues avanzamos en piloto automático y con el freno de mano puesto. Hoy, al cumplirse 150 días de administración, toca preguntar dónde está el Plan.
Comparado con el Plan Estatal 2011-2017, el Plan Estatal 2017-2023 se queda corto. Es menos técnico y está peor estructurado. Parte de un diagnóstico superficial.
Entonces el retraso, la espera, la tardanza, es lo de menos comparado con la sustancia.
El Plan Estatal de Desarrollo, como las plataformas electorales de los partidos políticos: es un requisito indispensable para postular candidatos, sí, pero pocas veces se conoce y casi nunca se discute. Fue coordinado por la “Jefatura de la Oficina del Ejecutivo”, a cargo de José Lauro Villarreal Navarro, y está dividido en cuatro ejes con objetivos generales y objetivos específicos, redactados conforme al manual: iniciando con un verbo. Pero son genéricos y ambiguos. Una descripción de las atribuciones correspondientes a cada Secretaría del Gabinete, básicamente.
Llama la atención la narrativa continuista. Muy pocos “crear” (algo nuevo) y muchos “promover” (lo que ya está hecho, o es de otros). Como si la mayoría de las cosas funcionasen ya en su estado actual y no hubiese que cambiar algo.
Mientras la palabra “fortalecer” aparece 36 veces en el texto, “construir” sólo en tres ocasiones. Como si el Estado no necesitase obras, como si ya fuese fuerte, en consonancia con el slogan: “Fuerte, Coahuila es”.
Por si fuera poco no se nota la mano de expertos en políticas públicas, sino de burócratas que cumplen con un encargo: sacar la chamba. Haciendo lo necesario y nada más. Apegados a la ley del mínimo esfuerzo.
CORTITA Y AL PIE
Inquieta que un objetivo sea “desincorporar del patrimonio estatal aquellos activos no prioritarios para el desempeño de la función pública y destinar los ingresos al pago de la deuda”.
¿Tan mal estamos? ¿Qué pretende vender?
Por lo demás, nada dice sobre fracking ni gas shale. Ni una sola mención del que sería, a juzgar por la Reforma Energética de 2013, el detonante para el desarrollo de Coahuila: “un Estado con Energía”.
LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS
La redacción del Plan Estatal de Desarrollo 2017-2023 no proyecta innovación, sino estancamiento. Un manuscrito de 96 páginas, de las cuales 26 son ocupadas por fotografías y 70 de texto efectivo. Alrededor de 200 palabras por hoja, en promedio, agrupadas en dos columnas.
En resumen: hay Plan, pero no hay rumbo. ¿Y para eso esperamos 147 días, Gobernador?
@luiscarlosplata