PRIMERA VOZ. El arribo al poder por parte del presidente López Obrador generó expectativas en millones de mexicanos que vieron en su postulación de 18 años una verdadera esperanza de cambio, inclusive mayor que la generada por Fox en el año 2000 que inauguró la transición inconclusa.

Pasado el primer año de gobierno, la popularidad fue mermando, ya que la apuesta del Presidente seguía siendo la misma que lo proyectó al poder, es decir: su estilo de culpar de todos los males a los regímenes desde Salinas a Peña, y todo ello mediante un monólogo que es imposible repetir por parte de sus colaboradores.

Pronto sus amigos en el gabinete le empezaron a estorbar, ya que requería funcionarios dóciles, obedientes y sin iniciativa.

Si bien es cierto son válidos los cambios en el gabinete, hay reglas esenciales que no deben romperse, ya que constituyen piedras angulares en la administración.

Los primeros errores del régimen priista acontecieron cuando Díaz Ordaz ordenó la matanza de Tlatelolco, y en lugar de sacrificar a su secretario de Gobernación, lo hizo presidente, lo que provocó la primera grieta en el sistema. Luego Echeverría nombró a López Portillo como secretario de Hacienda, pero declaró que la economía del País se decidiría en Los Pinos; López Portillo comete dos errores: destituye a Reyes Heroles y pide la renuncia de tres gobernadores del Banco de México, sucesivamente, creando una crisis política y económica; Miguel de la Madrid sostiene a Bartlett con mano dura, impidiendo a la oposición y al México bronco ir buscando espacios y a su vez sacrifica a Silva Herzog para que Salinas sea presidente y Salinas se sacude a Fernando Gutiérrez Barrios, causando la crisis política de finales de su sexenio; Zedillo por último destituye a Moctezuma Barragán como secretario de Gobernación y se entrega al grupo Atlacomulco.

Los mismos errores los está cometiendo López Obrador, pero en un sólo sexenio y con solamente dos años en el poder.

Sus secretarios de Hacienda y de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) fueron puntales no sólo de su campaña, sino de la madurez que requería la función que desempeñaban, y hoy día con la salida de Romo se va el enlace necesario con el sector productivo y deja huérfana la relación, ya que la Secretaría de Gobernación no tiene capacidad de negociación con los empresarios ni tampoco mano izquierda.

La personalidad de López Obrador supura odio, rencor, agravio, es pobre en valores y alta en simulación. En junio de 2006, Enrique Krauze realizó una serie de entrevistas que generaron el ensayo titulado “El Mesías Tropical”, publicado en Letras Libres, que define perfectamente quién es el señor López: “Es difícil que un hombre sin mundo entendiera el mundo. Era difícil que un hombre encerrado en su mundo viera la necesidad de reformarlo en un sentido a la vez realista y moderno”.

Encerrado en su mundo de la simulación, el Presidente se irá quedando solo, sin alianzas necesarias para mantenerse en el poder y sólo con voces desechables que moverá a su antojo. Al tiempo.

SEGUNDA VOZ. La voz de quienes quieren redimirse y, como el lobo feroz de Caperucita, tornarse en buenos.

El PRI de plano no tiene vergüenza al anunciar que desean que la gente los quiera de nuevo, en un arrebato de charro que abandonó a la muchacha, la embarazó y luego quiere casarse con ella para reponer el honor lastimado, anuncia que hasta se van a preparar en la escuelita del descaro con los mejores mentores para que los militantes aprendan, ahora sí, de valores y de decencia.

Ya me comen las ansias de conocer a los profesores y las materias, y en vías a inscribirme proyecto mi lista de materias y catedráticos:

Agachismo y misoginia: el rector Alito; Deuda Pública y Finanzas Sanas: Humberto Moreira; Hechizos y Transas: Carolina Viggiano; Teoría del Diezmo : Rodrigo Medina; Literatura y Geografía: Peña Nieto; Pactos, Traiciones y Colchas : Rubén Moreira; De la Universidad a la Escuela de Cuadros: Chema Fraustro; Manejo Financiero de Fondos Públicos: Javier Duarte; Ingeniería Financiera y Fideicomisos: Rosario Robles; Medicina Legal y Manejo de Cadáveres: Murillo Karam; Manejo de Imagen Hueca: Riquelme y sigue la lista de luminarias en sus temas. ¡Haya cosa!

TERCERA VOZ. Con pésimos resultados en el manejo de la pandemia, Coahuila sucumbe, en especial mi tierra, Saltillo.

Sin la mínima autoridad, el secretario de Salud quedó rebasado por las ambiciones políticas del príncipe Manolo, quien permite reuniones y hasta bodas, como la de la hija de Blasito Flores de más de 300 invitados y, por otro lado, en forma hipócrita pretende multar a los ciudadanos que no porten el cubrebocas en los autos, en un año de hidalgo que le urge al delfín constructor, quien ya destapó su plena campaña.

Reelección o una diputación federal, pero de las de mentiritas para no arriesgar la 4ta fase del moreirato.

Ya es hora de que Coahuila se torne insumiso y los ciudadanos no solamente cuidemos nuestra salud, sino también nuestras decisiones, porque estos cabrones que están suenan bofos.