En mi pasada entrega editorial titulada “Voto útil: Decisorio en 2022 y 2023” (16-05-2021), argumenté: El voto útil en Coahuila será el factor decisivo para inclinar la balanza a favor del PRI estatal en la revocación de mandato en 2022 y la elección para la gubernatura en 2023. Las razones son tres:

1.- Los votos de la estructura priista no son suficientes para ganar ambas contiendas.

2.- En términos netos, sin contar los 73 mil votos útiles que favorecieron al PRI, Morena y sus aliados alcanzaron 131 votos más que el PRI en las elecciones pasadas.

3.- AMLO utilizará –de nuevo– la fuerza del Estado y del presupuesto para ganar las dos contiendas. Y Morena habrá aprendido de sus derrotas en Coahuila.

Detallo pros y contras de las dos alternativas del PRI Coahuila para retener y multiplicar el voto útil en 2022 y 2023: a) aliarse con el PAN –fuente originaria del voto útil que nutrió las victorias del PRI en 2020 y 2021. O b) edificar gobiernos municipales con una sólida vocación ciudadana –en bastiones electorales priistas como Torreón, Saltillo, Ramos Arizpe y Piedras Negras– para penetrar y organizar a las clases medias y altas de vocación –mayormente– panista.

La “a” es la opción más sencilla. Y sería favorecida por tres eventos: la eventual solidez de la alianza PAN, PRI y PRD en el Congreso; la afirmación del PAN como la segunda fuerza política del País y la necesidad del PRI estatal –ante el declive del PRI nacional– para sumar, bajo un clima de polarización que no parará, a los panistas locales.

Empero, a nivel estatal, el PAN tiene poco que ofrecer, por su crisis interna: ausente de liderazgos, recambio generacional lento y estructura militante débil.

La “b” es la más difícil, pero la más promisoria para reinventar a un PRI forjado en las luchas territoriales de las colonias populares y las comunidades rurales.

Si los alcaldes de las cuatro ciudades mencionadas, arman su plan de gobierno con una perspectiva ciudadana ligada a una participación amplia, profunda, diversa y plural, tendrán la oportunidad de lograr dos objetivos: implementar un ejercicio de co-gobierno con la ciudadanía y armar una estructura electoral al interior de las clases medias y altas. De esta manera, no dependerían de un PAN local, frágil y desarticulado.

Sin embargo, la naturaleza priista es lenta y reacia para reinventarse por su relación genética con las clases populares y campesinas.

Por ello, ¿de qué lado mascará la iguana del priismo estatal para retener y multiplicar el voto útil en las batallas de 2022 y 2023?