El próximo domingo 4 de junio los coahuilenses acudiremos a las urnas para elegir un gobernador, 38 alcaldes y muchos diputados. Se inicia una nueva etapa política para Coahuila, una nueva administración, pero no sabemos  el tono o el rumbo que a partir de este día se empiece a definir para el futuro de Coahuila.   

Para documentar la decisión del ciudadano en el momento de cruzar la boleta me permito acudir a las estadísticas y la historia de estos últimos doce años de vida política coahuilense: primero, en las elecciones de hace seis años, asistimos perplejos a un fenómeno inédito en el país, que un gobernador entregara las llaves a su hermano para continuar con la tarea pública, como quien hereda la hacienda o el rancho a su hermano. Los coahuilenses aguantan, faltaba más. Esto no pasó de ser un hecho vergonzoso para la adultez democrática de Coahuila. Pero los resultados de estos dos sexenios con el mismo apellido han sido una afrenta, una bofetada y una herencia imposible de aguantar por más tiempo. 

Las campañas nos han dejado las mismas frases huecas y demagógicas, el candidato del PRI repite lo mismo que el actual gobernador y el anterior, ¡de la seguridad me encargo yo!, y por curiosidad revisamos los datos, resulta que Torreón, en donde fue alcalde este candidato, encabeza la lista de desaparecidos en el período 2006-2015; y la mitad de los homicidios se cometieron en esta ciudad lagunera. La cifra es pavorosa: más de seis mil desparecidos y muertos en Coahuila en esta etapa moreirista y riquelmista. Datos del INEGI que ha difundido el Proyecto Memoria Coahuila del Centro de Investigación Institucional y el Departamento de Humanidades de la Iberoamericana. Ya habrá espacio para destacar todas las maravillas de los doce años de los hermanos.

Segundo, la deuda millonaria que se multiplicó de 400 millones al inicio de la administración del profe, a 40 mil millones de pesos que debemos en la actualidad. Información ya muy tarareada, pero que podría explicar las fortunas familiares tal como recientemente se ha difundido, y según la cual, toda la parentela moreirista tendría cuentas en paraísos fiscales. De existir tales, dudo que sean producto de sus salarios o utilidades por ser muy exitosos inversionistas. 

Y el tercer elemento que los votantes deben de recordar al cruzar la boleta, son los juicios por lavado de dinero, peculado y asociación delictuosa que socios y empleados de la administración moreirista enfrentan en los juzgados de Estados Unidos. 

La última y nos vamos 

Es altamente probable que los votantes ya hayan decidido su voto, solamente ruego que recuerden estos tres hechos, para no volver a sufrir otros seis años de rapiña. Coahuila podrá ser el último estado del Noreste en donde haya alternancia. Que el próximo domingo no nos deslumbren con pasos de baile, ni que el Profe te cuida, los ciudadanos debemos de votar pensando en la seguridad, salud y educación de nuestros hijos. Sin miedo podemos exigir otro tipo de gobierno. Coahuila tiene derecho, no más ricos con nuestros impuestos ni por alianzas con delincuentes. Tenemos la obligación de luchar por un mejor futuro. 

La querella infinita 
Mario Valencia Hernández
mvalehe@yahoo.com.mx