¿Volvió el viejo México?

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¿Volvió el viejo México?

De ilusionar a la afición, una derrota ante Suecia nos mandó a la dura realidad

¿Una maldición, una barrera psicológica o la simple realidad? México clasificó este miércoles por séptima ocasión consecutiva a los octavos de final de un Mundial, pero tiene una cuenta pendiente: las seis anteriores veces no pudo avanzar a cuartos.

El "Tri" siempre ha estado entre los mejores 16 del mundo sin falta desde el Mundial de Estados Unidos en 1994. El dato impresiona: el único que acompaña a los mexicanos en la estadística desde entonces es Brasil.

Sin embargo, las sensaciones son contradictorias para el equipo del colombiano Juan Carlos Osorio. A pesar de sumar dos triunfos consecutivos en el inicio de Rusia, frente a Alemania, actual campeona, y ante Corea del Sur, México cayó goleado 3-0 ante Suecia en el cierre del grupo F.

"Estamos en los octavos por méritos propios, hemos ganado dos partidos: al campeón del mundo (Alemania) y al que le ganó al campeón del mundo (Corea del Sur), desafortunadamente el último partido fue así", se defendió Miguel Layún zona mixta tras la derrota.

"El fútbol es así, el partido contra Suecia no sale como nosotros hubiéramos pensado, pero hicimos dos grandes partidos, eso es lo que nos permite estar donde estamos", agregó. Debido a la caída, México se clasificó en segundo puesto y provocó el duelo ante los brasileños.

"Creo que tuvimos un rival fuerte en el fútbol aéreo, que repliega con tantos efectivos, pero será totalmente diferente a cualquiera de nuestros tres posibles rivales", puntualizó Osorio antes de conocer a su rival de octavos.

Para los mexicanos, en cambio, recordar cada una de las eliminaciones es una costumbre cada cuatro años y el famoso "quinto partido" del Mundial, los cuartos, se han convertido en una obsesión para los hinchas, que sólo vieron a su equipo llegar a ellos en 1970 y en 1986, ambas como anfitriones del torneo.

A diferencia de los mexicanos, la "canarinha" nunca se quedó en dicha ronda y además consiguió dos títulos: el mencionado de Estados Unidos y el de Corea del Sur y Japón en 2002.

"Hay que remarcar que no estamos contentos con el resultado (contra Suecia). Pero estamos en un Mundial, el ánimo sigue arriba y la ilusión sigue allí, avanzamos y hay que ser positivos, nadie nos regaló esto", señaló el portero mexicano Guillermo Ochoa.

Los antecedentes también son todos negativos para el "Tri": en cuatro ocasiones se encontró con Brasil en un Mundial, siempre por fase de grupos, y todavía no lo ha vencido. Además, nunca pudo marcarle un gol.

México los enfrentó en 1950 y fueron goleados por 4-0 por los entonces anfitriones. Cuatro años después, en Suiza, el equipo azteca volvió a caer humillado por 5-0. En Chile 1962, el resultado fue más decoroso: 2-0 en contra.

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En el Mundial de 2014, con los pentacampeones nuevamente como anfitriones, los norteamericanos sumaron el único empate hasta ahora: un 0-0 donde la figura del partido fue el guardameta Ochoa, que salvó al menos tres goles inminentes.

Los antecedentes más positivos y recordados por los mexicanos, sin embargo, están en las categorías especiales: en 2005, el "Tri" se consagró campeón del mundo sub-17 al golear 3-0 a Brasil en la final.

Pero México buscará repetir lo que consiguió en 1999, cuando se coronó campeón de la Copa Confederaciones frente a un Brasil alternativo, sin sus mejores hombres del momento, pero con jóvenes como Ronaldinho y Dida, en el Estadio Azteca en el título más importante que ha conseguido hasta ahora la selección absoluta.
También ante la "verdeamarelha" consiguieron la única medalla de oro en unos Juegos Olímpicos en fútbol. Fue en Londres 2012, cuando los sudamericanos todavía no habían sumado ninguna en su palmarés.

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"Hay que ser conscientes de que en la siguiente ronda los posibles rivales podrían ser de características totalmente distintas (Brasil, Suiza o Serbia) y seguramente cualquiera será igual de difícil", expresó Layún.

El próximo lunes en Samara, México tendrá que luchar contra su peor enemigo además de los brasileños: ellos mismos. Que el séptimo capítulo de la saga adversa en los últimos Mundiales, esperan los tricolores, sea por fin la redención. Nadie entre los mexicanos quiere esperar cuatro años más para romper la infausta tradición.