Voluntarios… ¿quién se apunta?

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Voluntarios… ¿quién se apunta?

¡Lo que son las cosas! 

Un día estamos hasta el zoquete de covid, presas del miedo y la incertidumbre, abatidos por la desesperanza y temerosos hasta porque el gato tosió:

“¡Ya deja de echarle Lysol al pobre Gatricio! Ya te dije que es una bola de pelos lo que tiene atorado”.

Hoy sin embargo diversos laboratorios hasta nos disputan para que probemos sus recién desarrolladas vacunas, con miras a amarrar provechosos contratos con el gobierno de esta cuatri-transformada nación.

Vislumbro que un día no muy distante podremos ir a Costco y allí, en el pasillo de las degustaciones, nos ofrecerán probaditas de las distintas marcas de vacunas disponibles, junto a los ‘mix’ proteínicos y los jamones ahumados.

“Esta le protege hasta por dos años contra cualquier cepa emergente y viene en sabores plátano, mamey y guanábana”.

Sucede que Janssen, farmacéutica filial de Johnson & Johnson fue autorizada para realizar en México pruebas fase 3 de su vacuna contra el COVID-19, mientras que Novavax (también estadounidense) solicitó ya el permiso a las autoridades para hacer lo propio.

No me lo crea a mí, sino a nuestro súper canciller, el carnal Ebrard, quien además informó que otro laboratorio, CanSino ya inició de hecho la aplicación de su producto con ensayos clínicos en Oaxaca y Guerrero que, como bien sabe usted, son los estados que Dios le dio a México para que ensayásemos todo lo que al resto de nosotros nos podría hacer daño.

Lo verdadera e inmediatamente concerniente para los oriundos de esta árida región donde vivimos nosotros es que, junto con Aguascalientes, Ciudad de México, Michoacán y el vecino Nuevo León, Coahuila participaría en una segunda etapa de testeo de la fórmula del laboratorio CanSino.

El pequeño detalle es que, a diferencia de las otras farmacéuticas antes mencionadas; o de las también norteamericanas Moderna y Pfizer; de BioNTech, que es alemana, o de Aztra Zeneca, que es británica (mismas que también están en chinga amarrando contratos con diversas naciones para cuando tengan listo su producto), la citada CanSino Biologics es china. China, sí, china como Bruce Lee, Jackie Chan, Kung Fu Panda y las galletas de la fortuna.

No nos alarmemos, es una vacuna, no un reproductor MP3. ¿Qué puede malir sal?

La vacuna probada por CanSino será suministrada a cerca de 15 mil voluntarios, mayores de 18 años, ocho mil de estos en la CDMX y el resto en diversos centros de salud de las entidades participantes.

Habrá que estar muy pendientes de la manera en que se invita a a todos aquellos interesados en hacer de voluntarios, decididos a tomar el riesgo en nombre de la humanidad, pero sobre todo de sus coterráneos coahuiltecos. Esperamos cualquier comentario de la autoridad local, aunque como está peleada con la federal, a lo mejor no se pronuncia al respecto.

¿Por qué fue seleccionada nuestra bendita entidad para este estudio? NPI. Quizás algún factor estadístico nos volvía buenos candidatos para el estudio o porque tenemos fama de novedosos, no lo sé.

¡Pero espere! ¡Aún hay más!

Como cualquier estudio que se respete (y más éste, en el que CanSino está invirtiendo 140 millones de dólares, así que hágase una idea de lo que planean recuperar), la mitad de los sujetos sometidos al experimento será lo que llaman “de control”. Es decir, que no recibirán la vacuna sino un placebo, para que el contraste entre los realmente inoculados pueda ser medible con efectividad. Esto es normal y forma parte del viejo buen método científico de toda la vida.

Así que antes de andar buscando los posibles efectos secundarios en el prójimo, cerciórese primero de que en efecto recibió la vacuna real y no sólo una dosis de agua destilada.

-¡Ay, güey! ¡Qué fea reacción te hizo la vacuna. ¡Mírate todo hinchado, la piel de pergamino y el ojo papujado!”.

-Oye no, me acaba de decir que a mí me tocó el placebo.

Y así mis chiquitines, se atisba una tenue luz al final de este hediondo túnel llamado 2020, caminando como la especie dominante que somos sin miedo hacia la nueva normalidad. Una nueva normalidad que se parece cada vez más a la antigua y el tiempo me habrá de dar la razón: Verá que en breve whitexicans y otra gente privilegiada agotarán las existencias de vacunas de procedencia gringa o europea, aunque estén a sobre precio; mientras que el pueblo bueno y de color humilde, habrá de conformarse con las versiones chinas y las que reparta el gobierno, justo como ha sido en todo y desde que tenemos memoria.

Bueno, pasa igual que con los teléfonos celulares y cualquier otro adminículo o producto importado de aquella milenaria nación: Con que funcione y nos saque pronto del apuro, nos damos ya por bien servidos. Así que… Voluntarios… ¿quién dijo yo?