Volatilidad y tipo de cambio, una depreciación añeja
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Volatilidad y tipo de cambio, una depreciación añeja
La dinámica de apreciación-depreciación depende de factores macroeconómicos y financieros, como los precios del petróleo, porque si éste se incrementa se eleva el ingreso de divisas al País lo que tiende a apreciar nuestra moneda, y viceversa, ante una caída de los precios internacionales del hidrocarburo la demanda de pesos por ingreso de dólares se reduce y el tipo de cambio tiende a la depreciación.
Otro factor, quizá el más importante, son las expectativas económicas de los inversionistas de más capacidad financiera, para ingresar divisas al país o trasladarlas a otros espacios financieros de más seguridad económica y/o rentabilidad.
La agudización de la volatilidad financiera de finales de 2016, no es espontánea. Aún con el anuncio de las reformas estructurales –sobre todo la energética-, según el Banxico en 2012, los depósitos en el extranjero de residentes en el País fueron de 6,274 mdd, ya en 2013, fueron de 27,279 mdd, en 2014 de 20,910 mdd y 12,853 mdd en 2015. Es decir, la desconfianza en la economía mexicana ya venía y se agudizó en 2016, con un acumulado anual de 24,438 mdd golondrinos. Sólo en enero, salieron del País más de mil mdd.
Otro factor en las decisiones de inversionistas financieros es el diferencial de tasas de interés entre países, así al final de 2016,la tasa de interés de referencia en México se ubicaba en 5.75%, mientras que en EU era de 0.75%, así a pesar de la volatilidad, se observó que el año pasado la inversión en cartera, o entrada de divisas, de los no residentes en el País ascendió a 30,709 mdd, 2,700 millones más que en 2015, lo que contuvo la depreciación en más de 21 pesos por dólar, pero pudo ser más acentuada.
La expectativa de más rentabilidad por diferencial de tasas se observa porque sólo en el último trimestre de 2016, ingresaron 16,259 mdd, es decir más de la mitad que en 9 meses anteriores (en septiembre la tasa de interés mexicana se ubicó en 4.75%).
En días recientes, el tipo de cambio se ha apreciado rondando entre 18.90 y 19.40 pesos por dólar, pero esto no significa que ha pasado lo peor, sino más bien que las expectativas positivas se han presentado por un posible cauce normal en las relaciones México-EU, que en el corto plazo parece ubicarse en el rango de 18.70 a 20.20 pesos por dólar. Depende de las expectativas de los grandes inversionistas.
Los factores de la reciente apreciación del peso son: la tasa de interés referencial en México que hoy se ubica en 6.25% frente a un 1.0% de los vecinos del Norte; las declaraciones de Willbur Ross, secretario de comercio estadounidense, en el sentido que la renegociación del TLC deberá favorecer a los tres países firmantes; las expectativas positivas de China por ampliar el intercambio comercial con nuestro país y sus posibilidades de inversión en territorio mexicano; y los resultados de licitaciones de exploración y extracción de petróleo, la apertura en comercialización de energéticos y las asociaciones de Pemex con empresas privadas extranjeras.
Paulatinamente en 4 años, el tipo de cambio se ha debilitado. La depreciación es añeja. Las causas de la volatilidad financiera son externas e internas, por eso los factores señalados pueden ser pasajeros sin un plan sólido de reconversión económica que incluya: política industrial estratégica ya; efectivas negociaciones para diversificar exportaciones mexicanas en Asia y América Latina; reducción o mínimamente contención de la deuda federal (más de 9 billones de pesos); revertir la entrega total de la cadena petrolera y la electricidad a la IP; reducir el escandaloso diferencial de tasas de interés ahorro-crédito; reducir el gasto corriente federal; entre otras estrategias.
JOSÉ MARÍA GONZÁLEZ LARA
DE CANASTA BÁSICA