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Viviendo en la era del todo conectado
Internet de la Cosas, un concepto que consiste en conectar los objetos y máquinas para que se integren e interactúen en la Red, evoluciona hacia el Internet de Todas las Cosas, que radica en hacer los aparatos interconectados cada vez más inteligentes y conectarlos con las personas mediante dispositivos electrónicos, según comenta Luis Lombardero, experto en Economía Digital.
Cuando los costes de los sistemas de identificación por radio frecuencia (RFID) se redujeron, el uso de internet se popularizó y comenzaron a producirse sensores más pequeños, baratos y con menor consumo de energía, se incrementó el interés por conectar objetos entre sí para manejarlos de forma remota, según Lombardero, doctor en Economía y Empresa.
Según este especialista, este paso se corresponde con el concepto de Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) que ha sido definido como "el mundo en el que cada objeto tiene una identidad virtual propia y capacidad potencial para integrarse e interactuar de manera independiente en la Red con cualquier otro individuo, ya sea una máquina o un humano”.
Hoy, dando un paso más, se habla de Internet de Todas las Cosas o IoE (Internet of Everything) para explicar “las posibilidades que ofrece añadir la conexión de objetos con personas a la ya existente conexión de objetos entre sí”, señala a Efe Lombardero, autor del libro ‘Trabajar en la era Digital’.
Para Lombardero la IoE, “es hacer todas las cosas más inteligentes para hacer la vida más fácil”.
LA NUBE DIGITAL, “BIG DATA” Y MOVILIDAD
Para funcionar, progresar y expandirse, el IoE se valdrá de otras tecnologías como la ‘computación en la Nube’, que permite acceder a la información desde cualquier lugar, de la movilidad que permiten los dispositivos electrónicos como ‘smartphones’ y ‘tablets’, y del ‘Big Data’ o procesamiento de grandes cantidades datos a enormes velocidades, de acuerdo a este experto.
“Mediante el IoE además de las máquinas y robots en las fábricas, en nuestro hogar los electrodomésticos, la calefacción, las luces o la seguridad estarán conectados entre sí”, asegura.
“Por otro lado, será habitual que las personas llevemos en nuestra vida diaria dispositivos ‘vestibles’, como gafas de realidad virtual o aumentada, pulseras con datos de salud, relojes inteligentes, ropa que regule nuestra temperatura o zapatos que nos ayuden a programar los recorridos”, de acuerdo a Lombardero.
El economista digital pone el ejemplo de una persona con una pulsera inteligente que podrá enviar instrucciones para gobernar el coche o su casa por medio de las aplicaciones de su móvil.
“A esta persona el móvil le servirá para conocer la posición geográfica de su coche, para no perderlo, abrirlo, marcar las rutas en el GPS y, en un futuro muy cercano, para llamarlo y que acuda a buscarle o enviarle a aparcar, entre otras muchas utilidades que se irán incorporando a los automóviles”, señala.
A través del móvil este usuario “podrá programar las aplicaciones de hogar digital que tenga en su casa, tener información sobre su seguridad doméstica y cambiar la programación de la calefacción si va a llegar antes de lo habitual”, adelanta.
“Todo ello funcionará por medio de sensores y actuadores (pequeños motores y mecanismos) conectados por redes inalámbricas que conectarán los objetos entre sí y con la persona, quien utilizará la pulsera digital como un mando a distancia para su gestión”, explica a Efe.
CAMBIO RADICAL EN NUESTRA FORMA DE VIVIR
Según Lombardero, la IoE afectará a las personas en todo su entorno y, en poco tiempo, esta tecnología será de uso general, como lo ha sido hasta el momento la electricidad, cuyas infraestructuras, presentes en todas las ciudades y domicilios, también podrían servir de soporte para la interconexión digital.
La investigación en la tecnología sin cables está dando muy buenos resultados y, por ejemplo, en la ciudad estadounidense de Los Ángeles se están colocando farolas con bombillas LED que, además de iluminar, suministran wifi a los ciudadanos, y en otras ciudades se están utilizando ese tipo de farolas para ofrecer servicios, como el suministro de energía para la recarga del coche eléctrico, según relata el experto.
“En algunos centros comerciales se están usando las bombillas LED para seguir el recorrido de los clientes y enviarles notificaciones sobre ofertas y promociones a sus móviles, mientras que muchas aplicaciones domóticas (automatización de la vivienda) utilizan los campos electromagnéticos para manejar, sin cables, los sistemas de control del domicilio”, indica.
“En cuanto a las oficinas, los muebles inteligentes nos permitirán prescindir del cableado tradicional para alimentar los ordenadores o cargar los móviles y, por medio de la tecnología Anywire de transmisión de datos por red eléctrica, se conseguirá minimizar el cableado de los dispositivos integrados y las estanterías se organizarán a sí mismas”, apunta Lombardero.
“En el domicilio podremos conectar y controlar “todas las cosas” y las ciudades se transformarán volviéndose cada vez más inteligentes e interconectadas, al igual que las redes de electricidad y las industrias”, señala.
Lombardero destaca que la industria del automóvil ha iniciado la transformación de los vehículos, “incorporando sensores que ofrecen servicios digitales como conectividad a Internet, manos libres con reconocimiento de voz, contacto directo con el taller en caso de avería, geolocalización en caso de accidente o radares que indican la cercanía de otros coches si nos salimos del carril”.
ALGUNOS EJEMPLOS DE NUEVAS TECNOLOGÍA
Para Lombardero, la transformación que producirán en la vida de las personas la 'IoT’ y su evolución la ‘IoE', será mucho más profunda que lo que ahora se supone.
Para comprobar esta transformación global, presentamos algunos ejemplos de empresas y trabajos que desarrollan en esa línea.
La compañía CyberLightning (cyberlightning.com), con sede central en Finlandia, desarrolla el sistema Fi-Ware que permite la visualización en 3D de distintas redes integradas al IoT, como las ciudades, industrias y redes eléctricas de energía eólica, todas ellas inteligentes.
Por otra parte los investigadores de Sintef ICT (www.sintef.no), una importante empresa Noruega, desarrollan aplicaciones que permiten recargar los coches con electricidad de origen solar y que estos transfieran parte de esa electricidad almacenada a la casa o a la red eléctrica pública.
Otro ejemplo lo ofrece la compañía Pacific Controls (www.pacificcontrols.net) en Emiratos Árabes Unidos, y la Universidad Tecnológica de Viena (Austria) (http://www.tuwien.ac.at), donde diseñan sistemas para ahorrar energía mediante la comunicación automática entre dispositivos electrónicos, ordenadores y redes eléctricas.
También siguen esta tendencia investigadores de la universidad alemana de Ruhr-Bochum (www.ruhr-uni-bochum.de), dirigidos por el doctor Thorsten Holz, quienes perfeccionan los sistemas de seguridad de los electrodomésticos y otros aparatos conectados a Internet en el ámbito doméstico.
Otro último ejemplo lo aporta la plataforma “en la Nube” IBM Watson (http://www.ibm.com/internet-of-things) en EU, que permitirá conectar y monitorizar a distancia las escaleras mecánicas, ascensores, puertas y torniquetes instalados por la empresa de Finlandia Kone (www.kone.com) en todo el mundo.
DESTACADOS:
+++ Para funcionar, progresar y expandirse, el “Internet of Everything” (IoE), se valdrá de otras tecnologías, como la ‘computación en la Nube’ y el ‘Big Data’, según Luis Lombardero, experto en Economía Digital.
+++“Mediante el IoE además de las máquinas y robots en las fábricas, en nuestro hogar los electrodomésticos, la calefacción, las luces o la seguridad estarán conectados entre sí”, asegura Lombardero.
+++ “Será habitual que las personas llevemos en nuestra vida diaria dispositivos ‘vestibles’, como gafas de realidad virtual o aumentada, pulseras con datos de salud, relojes inteligentes, ropa que regule nuestra temperatura o zapatos que nos ayuden a programar los recorridos”, de acuerdo a Lombardero.
Por Ricardo Segura/EFE-Reportajes