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Vivían en un Condominio; tras el sismo, en una carpa
CDMX.- Durante cuarenta años, el arquitecto Jesús Rodríguez y su familia vivieron en el tercer piso de un condominio en la colonia Portales, en menos de un minuto el edificio se volvió inhabitable y tuvieron que pasar diez días en un campamento improvisado afuera de su departamento. Ahora una malla cubre lo que queda de la fachada para disminuir el impacto visual, pues sin muros, podía verse la sala de una casa.
Al igual que varios vecinos suyos, la familia Rodríguez decidió no trasladarse a un albergue para esperar noticias actualizadas del inmueble: la información cambió más de tres veces. “Primero nos dijeron que lo iban a demoler de inmediato, luego que lo iban a apuntalar y que sí nos dejarían entrar a recoger nuestras cosas. Después volvieron a decir que lo demolerían y ahora estamos a la espera”, comenta Estela García, esposa del arquitecto.
De inmediato, vecinos de la colonia Portales abrieron sus casas para que la familia pudiera ir al sanitario, bañarse y descansar. “De no ser por la solidaridad de la gente, en un primer momento no hubiéramos sabido qué hacer, la sociedad civil se movilizó antes de que las autoridades lo hicieran. Desde el comienzo hubo apoyo por parte de los vecinos, aún sin conocernos nos tendieron la mano”.
Un voluntario anónimo les regaló la carpa, otro vecino les trajo una planta de luz desde Toluca porque los primeros días se quedaron sin energía eléctrica, alguien más donó cobijas y prestó sillas para que pasaran la noche; la ayuda llegó no sólo de las personas que viven cerca, sino de todas partes de la ciudad. Desde el día del terremoto, se alimentaron de las donaciones de la gente, tres veces al día llegaban personas con comida, llevaban fruta picada, tortas y café.
“Los de Protección Civil llegaron al día siguiente pero parecía que no sabían nada. No nos preguntaron si algo nos hacía falta, ni nos dijeron el estado exacto del edificio, desde entonces tuvimos que esperar. Cinco días después regresaron las autoridades delegacionales para decirnos que iban a tirar el edificio. Ya no podríamos recuperar ninguna de nuestras cosas”, explica.
El edificio de la familia Rodríguez, habitado por más de 50 personas, es un ejemplo de los cientos de inmuebles con daño estructural y con riesgo de colapso, esto se traduce en cientos de damnificados que necesitarán un lugar habitable. Diez días después de instalado el campamento, finalmente fueron autorizados por Protección Civil para ingresar a su departamento y recoger sólo papeles importantes.
A pesar de las pérdidas materiales, la familia Rodríguez se muestra optimista. “Lo más importante es que mi hijo (quien se encontraba dentro de la construcción en el sismo) se salvó la vida, nadie resultó herido”.
Daños
-El sismo del 19 de septiembre, además de cobrar la vida de 206 personas en la CDMX, dejó consecuencias millonarias.
-Hasta ahora Protección Civil de la Secretaría de Gobernación habla de mil 500 edificios en riesgo de colapso.
-Una de las delegaciones más afectadas fue Benito Juárez, donde vive Jesús y su familia, pues sólo en esta demarcación se derrumbaron 13 edificios y hay 24 más a punto de colapsar.