Visión urbana que minimice segregación y fragmentación urbana, proyecto del IMPLAN
Usted está aquí
Visión urbana que minimice segregación y fragmentación urbana, proyecto del IMPLAN
El Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN) de Torreón, con el apoyo del académico alemán Bernd Pfannenstein, realizarán un proyecto piloto en los fraccionamientos Campo Nuevo y Monterreal, con el objetivo de crear una nueva visión urbana que minimice la segregación y fragmentación urbana.
Bernd Pfannenstein, académico y consultor responsable del proyecto piloto, expuso que hay que entender que la desintegración socio urbana es el origen de la disfuncionalidad del sistema urbano.
Ante ello, Abraham Salazar, director de Competitividad Sectorial IMPLAN, explicó que se hizo un diagnóstico donde se analizaron tres variables: el tema de las urbanizaciones cerradas, el espacio público y el tercero de vivienda desocupada, variables que ya se identificaron, clasificaron y georreferenciaron.
Salazar comentó que en las últimas décadas ha habido un crecimiento desordenado que ha creado espacio de segregación residencial, es decir, un fenómeno donde hay una división espacial entre ricos y pobres. Ejemplificó el caso del fraccionamiento Montebello, zona residencial con población de un extracto económico alto, mientras que a lado hay colonias con situaciones de pobreza.
Dicha situación, dijo, se agudiza con los fraccionamientos cerrados que privatizan el espacio público que puede servir como integrador; un espacio para la convivencia social y fortalecimiento del tejido social.
Bernd Pfannenstein sostuvo que en América Latina y México, las ciudades crecen de manera enfocada en la separación de distintos niveles y estratificación económica, y eso provoca que se tenga un sistema urbano donde hay exclusión social, desigualdad, procesos de fragmentación urbana y socio espacial.
El especialista precisó que los fraccionamientos de acceso controlado en Torreón, eran 98 en 2006 y para este año suman 427 en total. “Implica que en 14 años creció 4 veces la cantidad absoluta”, comentó.
Mencionó que en Torreón existen 68 zonas de vivienda social, que son aquellas que tienen acumulación de viviendas, superficie mínima de construcción y que conlleva en conjunto el hecho que están distantes de la funcionalidad urbana, y tienen poco acceso de servicios de infraestructura, equipamiento, espacios públicos y transporte público.
“Las casas son disfuncionales porque están lejos de la funcionalidad. Están lejos de los servicios, de la infraestructura, de la calidad de vida”, expuso el especialista alemán.
Modelo nacional
Después de la aplicación del proyecto piloto, se buscaría aplicar el diagnóstico a las otras 66 zonas y así tener un primer diagnóstico a nivel nacional. “Torreón podría convertirse en un proyecto piloto a nivel nacional e internacional que contribuya a una nueva visión urbana”, consideró Bernd Pfannenstein
Comentó que México tiene un problema nacional de las casas en abandono. En las dos zonas del proyecto piloto el 15 por ciento está en desuso.
“Hacer ciudad no es construir casas, la acumulación de casas no es un sistema urbano funcional. Hay que introducir las casas en desusos al mercado y dar funcionalidad”, criticó el geógrafo.
Además, criticó el hecho que la gente crea que levantando bardas y muros estará más seguro. Para el especialista alemán, se requiere regenerar y recuperar la zona de vivienda social.
Dijo que es necesario pensar en el espacio público como una zona de interacción social donde se construya comunidad. “Con las bardas y muros estamos dividiendo comunidades, pensando de manera equivocada. Es una falsa ilusión”, explicó.
Aseguró que está comprobado que los controles de acceso no dan más seguridad, por lo que se necesita en cambio construir un modelo de recuperación del tejido social que permita que los distintos niveles socioeconómicos puedan coexistir y convivir en la misma ciudad.
Para Pfannenstein, se necesitan alianzas del sector público con el privado para crear desarrollos verticales como un ejercicio que permita mezclar distintos usos de suelo, mezclar grupos socioeconómicos, en la misma ubicación con la misma garantía de accesibilidad a equipamiento, servicios públicos, infraestructura, calidad urbana. Además, dejar el automóvil y retomar la ciudad como un espacio caminable, transitable también en bicicleta, y con énfasis en el transporte público.