Ante los diversos intentos de robos y atracos que se han registrado en el interior de las alcancías en el Templo San Esteban desde hace tiempo que el párroco Mario Carrillo se ha visto obligado a instalar un sistema de seguridad que permita evitar que algunos feligreses se roben las ofrendas. 

El sistema de seguridad consta de una caja fuerte en la que depositan el dinero recaudado durante las misas, así como la instalación de un sistema de vigilancia de al menos ocho cámaras colocadas estratégicamente en algunos lugares para detectar a quienes han intentado robar las alcancías o ingresar a llevarse objetos sacros durante la noche. 

En caso de que alguna persona intentara ingresar durante la noche, se activa la alarma y avisa al sistema de emergencia que indica cuál es el acceso que está abierto. 

Antes de colocar el sistema de vigilancia, algunos feligreses que acudían a misa se acercaban tanto a las alcancías para intentar abrirlas, incluso algunas de ellas les fueron violentadas las cerraduras o alcanzaron a robar algo de ellas. 

“En algunas ocasiones los feligreses ponen de buena fe la canasta de la limosna en la entrada del altar y otros se la llevan frente a mí. 

Otros, si le ven un billete al Cristo, intentan sacarlo con una varita de madera a la que en un extremo le pegan un chicle semi masticado y del otro lo jalan hacia ellos para extraer cualquier moneda o billete. 

“Otros que fingen estar rezando han llegado a voltear las alcancías y por la ranura les incrustan un alambre para tratar de sacar el dinero. 

Yo me he encontrado algunas alcancías tiradas, muchas veces no se llevan el dinero porque todas las alcancías tienen combinación”, dice el religioso. 

El párroco del templo San Esteban se ha dado cuenta de estas formas de robar en el templo porque al abrir las alcancías ha encontrado trozos de madera que se quebraron al tratar de extraer billetes, bolas de chicle masticado, basura, pedazos de alambre o incluso peines largos. 

Vigilancia

> Para evitar robos, fue colocado un sistema de vigilancia.
> Son ocho cámaras estratégicamente instaladas en el templo.
> La alarma está conectada a un sistema de emergencia.
> Luego de recoger las limosnas, el dinero es colocado en una caja fuerte.
> Cada alcancía tiene combinación, por lo que es difícil que puedan abrirla.Seguridad. Las cámaras de vigilancia están activadas día y noche