Viento negro
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Viento negro
“El aire de estos días y lo frío, sólo hacen más grande la soledad en estas fechas maestro…”. Las bien medidas palabras fueron un mensaje SMS del curtido reportero Sergio Alvizo. Él y el matemático Miguel Ángel Wheelock son dos amigos a los cuales les interesa alguien importante: un ser humano, un vecino. Con ambos seguido cruzó mensajes para comentar del estado de postración y abandono en que están los olvidados de la sociedad y del gobierno: las mujeres, los niños, los tristes de alma y corazón, los ancianos… sí, cualquier vecino al cual en esta época les ha faltado lo más humano: un mendrugo de pan para llevarse a la boca.
Decenas de lectores me llamaron el pasado día 30 diciembre, miércoles, para comentarme la columna aquí publicada del lunes 28 donde advertía de que en este gobierno nada avanzaba. A mitad del túnel del sexenio de Rubén Moreira, la gente se mostraba más abúlica y aburrida que nunca y la esperanza y anhelos de mejor vida que a todos llega, esta vez era letra muerta. Y escribí un dato del dominio público: en los primeros 17 días de diciembre, 9 suicidios. Sólo en la región de Saltillo. El paraíso de los Moreira. Para el domingo 27 de diciembre, ya eran más colgados. Uno de ellos, un joven de 21 años. Juan Leonel Vásquez. Nadie los atiende. Todo vacacionando.
Tierra zombi la de Coahuila. Hay una imposibilidad de comunicación. “De la seguridad me encargo yo”, dijo una y otra vez el Gobernador, y justo cuando se vanagloriaba de ello y se alababa a sí mismo en su Informe de Gobierno, la revista “Proceso” en la semana del 27 de diciembre en un estupendo reportaje basado en las declaraciones de un testigo protegido en EU, Héctor Moreno, “El Negro”, declaraba que en Coahuila y bajo el amparo del poder oficial del Estado, se realizó un gran trasiego de droga a los Estados Unidos sin ser molestados.
¿Quién era el Gobernador? Humberto Moreira y su desmadroso gabinete. Varios de ellos siguen como diputados y funcionarios. ¿Posibles montos y cantidades en aquellos años “dorados”? 4 millones de dólares cada 10 días por 800 kilos de droga que enviaban desde Piedras Negras. Haga usted cuentas. La información salió como cable informativo en Monterrey en todos lados. Y claro, en la revista nacional. Menos aquí. Pero, un viento negro preñado de rencor y odio, acusador y letal, lo derrumbó todo. Derrumbó cientos de miles de pesos de publicidad. ¿Ejemplo? Protección Civil es una oficina más del Gobernador, la cual clausura la plaza de Toros “Armillita”…
Esquina-bajan
Pero no estuvo al pendiente y mucho menos supervisó el montaje de la Villa navideña enfrente del Palacio, la cual se vino abajo el domingo 27 de diciembre. En Coahuila todo se usa con fines políticos, nadie dice nada. Tierra zombi. Camino entre zombis. Muertos en vida. La comunicación del Ejecutivo se da con medios afines, no con ciudadanos. Oídos sordos, ¿quién le creyó su Informe? Bueno sí, los locutores a sueldo. Pero, como en la columna del lunes 18 aquí publicada, hay un divorcio ya terrible entre el mundo ficticio e ideal de las redes sociales del Gobierno del Estado, en contra del mundo “real” que usted y yo habitamos lector.
El miércoles 30, la columna del lunes 27 se cumplía. La violencia se hizo presente. De manera brutal. La luna no es de queso ni las nubes de algodón. Pero, así lo ve Héctor Mario Zapata de la Garza. Afuera de sus oficinas, en Victoria, en la Secretaría de Salud, hay tres letreros los cuales rezan: “En Coahuila, mujeres sin violencia. Noviembre. Mes de la eliminación de la violencia contra las mujeres.” ¿Cuál es la gran campaña de prevención por todo un mes? Un patético y pinchurriento moño naranja en la solapa de los almidonados sacos de los empleados de Salud. Pero, el pinche moñito no frenó a Julio César Cortés. Le descerrajó dos tiros en la cara a su exnovia, María Córdova, ingeniera de profesión. Pidió ayuda. Está muerta.
El Estado y su conglomerado propagandístico saben que hablar del pasado (historia), es un buen distractor. Lo fomentan y azuzan. Hablar de 300 orientales muertos en Torreón hace 100 años, no es lo mismo que hablar del aquí y ahora de los 300 coahuilenses asesinados y desaparecidos de Allende y Piedras Negras, por los cárteles, los cuales todo lo pudren. Bajo amparo oficial, según declaración del testigo protegido. La matanza de chinos es herencia maldita, pero hablar de ello y guardar un ominoso silencio del día de hoy, es ser cómplice y cobarde. Y esta no es mi casa. Jamás lo será.
Letras minúsculas
Ültima hora, el viernes 1 de enero, el “Huajuco” Sotero mató a golpes a su pareja, Rosalinda Rueda. Menos de una semana, tres feminicidios. Pinche mundo, pinche vida.