Gabriel Soto Díaz es un actor, ex modelo y ex cantante que obtuvo mucha popularidad en aquella época en la que la televisión tradicional era la única fuente de entretenimiento masivo. Nacido en la Ciudad de México el 17 de abril de 1975, empezó su carrera tratando de conquistar el título de Mr. World, para después sustituir a Eduardo Verástegui en el grupo musical Kairo, donde los tres integrantes sólo tenían que tener un cuerpo espectacular y mover los labios al ritmo de canciones grabadas por voces anónimas.

A finales de los años 90 del siglo pasado, incursionó en el mundo de la actuación, apareciendo a la fecha en más de 20 telenovelas. En ninguna de esas producciones destacó particularmente, si acaso en una donde apareció caracterizado “de feo”, pero nada memorable. Además, al ser este tipo de producciones un género muerto que las nuevas generaciones ya no consumen ni por aburrimiento, Gabriel Soto dejó de tener el nivel de popularidad que gozaba al inicio de su carrera.

Hace un par de días, se filtró un video en redes sociales donde Gabriel Soto aparece solo y completamente desnudo, en una situación sumamente íntima. Aunque su rostro sólo se ve en un par de instantes muy fugaces y nunca completo, algunas personas dudaban que se tratara de él. Pero, gracias a los tatuajes de su torso y brazo, se pudo comprobar fácilmente que efectivamente era él. Por otro lado, el mismo Soto confirmó, por medio de una publicación que hizo en su Twitter, que el hombre que protagoniza el video es él mismo.

Desde un principio, los cibernautas empezaron a compartir el video de Gabriel Soto con gran intensidad, convirtiéndolo en cuestión de minutos en primer lugar de tendencias a nivel nacional. Después, el actor publicó un video en Instagram donde decía que se sentía muy vulnerable por el modo en que se había violado su intimidad. A lo que algunos medios respondieron señalando que compartir ese video es un delito debido a que el Senado de la República aprobó una ley que coloquialmente se le señala como la Ley Olimpia.

Esta ley tipifica y sanciona el acoso, hostigamiento y difusión de contenido sexual –sin el consentimiento de los involucrados– en plataformas de internet o redes sociales, así como las agresiones en contra de las personas en medios de comunicación, alcanzado penas de tres a seis años de prisión. Con esta base legal, la reforma aprobada busca sancionar la difusión de contenido íntimo sin consentimiento que pueda afectar la vida privada de las personas, su intimidad, dignidad y libre desarrollo de su personalidad.

Ahora bien, esta ley no castiga el sexting (intercambiar material íntimo con otra persona), ya que se considera un derecho sexual. Pero en casos como el de Gabriel Soto, descubrimos que el machismo impera hasta en estos temas. Cuando a un hombre le sucede esta situación, muchas personas lo toman a la ligera ¡y hasta lo aplauden! Especialmente si el involucrado está particularmente “bien dotado”. Cabe recordar los casos del actor David Zepeda y el ex futbolista Zague (que incluso se ganó el apodo de “El Impresionati”)

Sin embargo, todos sabemos que si aparece el video sexual de cualquier mujer, ella caerá al instante en la categoría de “mujer fácil”, mientras que la censura y el escarnio caerán sobre su cabeza hasta acabar con ella socialmente. Mientras tanto, Gabriel Soto volvió a hacerse muy popular y hasta ganancias económicas le va a reportar esta situación. No olvidar que Zague hizo un comercial con otros deportistas en donde hacían referencia a su video sexual y todos le aplauden “su gracia”, mientras que a su ex esposa, Paola Rojas la humillaron hasta el cansancio.