Videos incriminan a empresario de Chihuahua con casos de tortura, asesinatos y robo de combustible

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Videos incriminan a empresario de Chihuahua con casos de tortura, asesinatos y robo de combustible

Foto: Especial
En una grabación, el empresario constructor CarlosCuevas Abundis detalla la forma en la que opera para robar gasolina y diesel de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), además de que revela las corporaciones con las que supuestamente mantiene acuerdos para extraer el hidrocarburo sin temor a ser detenido

Ciudad de México.- Carlos Cuevas Abundis, empresario constructor originario de Delicias, Chihuahua, fue vinculado a una serie de delitos como tortura, asesinato y robo de combustible luego de que se dieran a conocer una serie de videos en los que se le observa torturando a un par de hombres, así como evidenciando sus supuestos nexos con autoridades para huachicolear en la región.

En una primera grabación, Cuevas Abundis detalla la forma en la que opera para robar gasolina y diesel de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), además de que revela las corporaciones con las que supuestamente mantiene acuerdos para extraer el hidrocarburo sin temor a ser detenido.

“Mando gente a picar el tubo y tengo (gente) adentro del grupo de los especiales que me dicen a que horas debo de entrar y salir y dentro de instrumentación de Pemex igual, me dicen que va a a correr, gasolina o diesel, y cuando entro y cuando salgo porque suena la alarma”, apuntó.

De acuerdo con los señalamientos del empresario, mantiene un acuerdo con un agente de la Fiscalía General de la República (FGR), señalado como el licenciado Jimenez, quien presuntamente le indicó la forma en la que puede evitar problemas con la dependencia.

“Me arreglé con la PGR (FGR), con el licenciado Jiménez, él me enseñó como manejar toda la documentación para poder chispar cualquier bronca”, indicó.

Otro video, difundido por El Diario de Chihuahua, muestra a Carlos Cuevas Abundis torturando a un par de hombres a quienes les reclama por presuntamente quererlo “vender” a él y a su hermano.

En el material se observa al empresario, vestido con camisa roja y pantalón beige, mientras le corta la oreja a un sujeto que permanece tirado en el suelo suplicando perdón y negando ser el responsable de haberlo “vendido”.

“Yo no lo vendí jefe”, suplica el hombre mientras Cuevas Abundis continúa mutilándolo y reclamándole.