CDMX.- Cuando se acabaron los recursos de los sobornos que Odebrecht entregó a la administración de Enrique Peña Nieto, su exsecretario de Hacienda, Luis Videgaray, echó mano del dinero de partidas federales y/o de empresas para comprar votos y  aprobar la reforma energética.

En las acusaciones que el Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, presentó por escrito ante la Fiscalía General de la República (FGR), Videgaray aparece como protagonista y operador de sobornos y a quien el exfuncionario debía rendirle cuentas.

El nombre de Videgaray Caso está mencionado en la denuncia al menos 99 veces, en las que Lozoya lo calificó como pieza clave y el hombre de más confianza de Peña Nieto para operar y designar la entrega de cantidades millonarias obtenidas ilícitamente para diversos fines.

Los primeros sobornos de los que supuestamente se hizo cargo Videgaray Caso, según argumentó  Lozoya Austin, fueron los 4 millones de dólares que Odebrecht entregó para financiar la campaña presidencial de Peña Nieto, mismos que ordenó utilizar para el pago de asesores extranjeros.

Una vez que Peña Nieto llegó a la Presidencia, Odebrecht ofreció 6 millones de dólares más para posicionarse como contratista durante el nuevo gobierno.

Este dinero, indicó Lozoya, supuestamente fue utilizado para entregar a legisladores de oposición.

Según el exdirector de Pemex, las reformas no se negociaron con los legisladores del PAN, sino con el grupo de Francisco Javier García Cabeza de Vaca, Francisco Domínguez Servién, Salvador Vega Casillas y Jorge Luis Lavalle Maury.