¿Videgaray Canciller…? ¿Vino a aprender ahora…?

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¿Videgaray Canciller…? ¿Vino a aprender ahora…?

A pocos escapa que México padece, hoy en día, una de las instancias diplomáticas más complejas de nuestra historia. En semejante contexto resulta imprescindible recurrir, sin tardanza, a los grandes diplomáticos con que contamos para enfrentar a Trump y a su pandilla nacional socialista republicana. Sin embargo, en este momento de brutales desafíos, cuando se requiere la presencia de profesionales de alcurnia diplomática, es cuando Peña nombra, nada más y nada menos, que a Luis Videgaray como secretario de Relaciones Exteriores, quien declara al llegar a un cargo anteriormente ocupado por Carrillo Flores, Torres Bodet, Manuel Tello, Emilio Rabasa, Bernardo Sepúlveda y García Robles, Premio Nobel de la Paz, que desconoce el ABC de la diplomacia y viene a “aprender” cuando la patria se encuentra en peligro. ¿No es una irresponsabilidad? ¿Y Juan José Bremer? ¿Y Jorge Montaño? ¿Y Arturo Sarukhán, entre otros gigantes más, imposibles de incorporar en este breve espacio? ¿Ellos, los que saben, a la banca…? ¡Caray, caray…!

Una prueba para demostrar la ausencia de tino diplomático de Videgaray se encuentra en la invitación a Trump para visitar México, cuando este temerario peleador callejero sufría un desplome en las encuestas. Haberlo recibido con los honores de un jefe de Estado, errores que ni los párvulos diplomáticos cometerían, ayudó a la popularidad doméstica de Trump. ¡Claro que ni Obama ni Hillary quisieron volver a saber nada de Peña Nieto, para ya ni hablar de Videgaray…! 

A continuación, y después de haber contribuido en forma notable al desplome de la imagen presidencial, muy a pesar de esta catástrofe, Videgaray fue nombrado canciller en virtud de la relación que sostiene con el yerno del presidente Trump, un hilo muy delgado, no institucional, que en cualquier momento podría romperse, si es que llegó a existir con algún grado de solidez. ¿Peña iba a ir a la Casa Blanca sin que los agentes diplomáticos hubieran negociado previamente la agenda? ¿Videgaray y Guajardo fueron a negociar con funcionarios que no habían sido ratificados por el Congreso estadounidense? ¿Sí…?
Si Videgaray decía conocer de finanzas públicas y en este rubro fracasó escandalosamente, ¿qué podemos esperar de él en la cancillería cuando reconoce su absoluta ignorancia en lo relativo a las relaciones exteriores de México? Me explico: cuando llegó a Hacienda, el producto interno bruto alcanzaba casi un 4% en el último año de Calderón y el tipo de cambio estaba a 12.80 por dólar. En 2013 se desplomó al 1.1%, en razón de una absurda reforma tributaria diseñada para complacer a la izquierda mexicana. Para continuar con el proceso depredador de nuestra economía, Videgaray disparó irracional e irresponsablemente la deuda pública hasta llegar en tan sólo 4 años a más del 50% del PIB. Videgaray apostaba a la captación de un número incuantificable de divisas provenientes de las reformas energéticas, sin embargo, éstas no se captaron en atención al desplome internacional de los precios del crudo, con lo cual, México no pudo recibir la inversión extranjera requerida, pero sí se echó al hombro temerarios empréstitos que erosionan el tesoro público, impactan el tipo de cambio y comprometen nuestro crecimiento. ¿Para qué abordar el tema del gasto público, otro singular desastre más?
En esta complejísima coyuntura derivada de nuestras relaciones con la Casa Blanca, requerimos tanto en la Cancillería, como en la Embajada en Washington, de creativos y expertos diplomáticos. No estamos para “pruebitas” ni para jugar a la escuelita… México está en peligro, ¿no…? Existen mexicanos de reconocida prosapia en la materia para echar mano de ellos a la brevedad. Videgaray ya hizo suficiente daño.