Victoria Beckham lanzará a finales de año una colección edición limitada de maquillaje en colaboración con Estée Lauder, según Vogue. Después de diseñar varias líneas de ropa y estar al frente de su propia marca, la empresaria quiere hacer ahora una incursión en la industria de la cosmética. Ya lanzó dos pintauñas en 2014, pero esta es la primera vez que trabaja en toda una línea de maquillaje que lleva su nombre.

"Todo el proceso ha sido a la vez estimulante y revelador", explica Beckham. "Hemos vuelto la vista atrás y hemos revisado los archivos de Estée Lauder, he podido trabajar el producto con el equipo de Estée y creo que este maquillaje será la pareja perfecta para mi marca", asegura. 

Aunque aún no han trascendido demasiados detalles de los nuevos productos, la marca asegura que la colección Victoria Beckham Estée Lauder busca satisfacer tanto a los clientes antiguos como a los nuevos e incorporar el gusto de Beckham por "la comodidad, la calidad y la feminidad", según Vogue.

El fichaje de la exSpice, de 42 años, es un paso hacia delante para la expansión en el mercado de la legendaria compañía francesa. En los últimos años, Estée Lauder ha estado trabajando en la ampliación de su base de clientes. Hizo campañas en las redes sociales con la topKendall Jenner, que atrajeron a la marca a Eva Mendes y la bloguera Irene Kim. También lanzó la colección Edición Estée, dirigida sobre todo a los clientes más jóvenes.

"Estamos muy contentos de unir fuerzas con Victoria y acercar sus cosméticos a sus seguidores en todo el mundo", explica Jane Hertzmark, presidente del grupo The Estée Lauder Companies. Se han decidido a trabajar con ella por su versatilidad y porque, según la marca, "Victoria es una empresaria con una comprensión real de lo que quieren las mujeres". La línea de cosméticos estará disponible a partir de septiembre para su venta online y también en varios comercios minoristas seleccionados. 

Desde su fundación en 2008, la compañía de Victoria Beckham ha crecido constantemente. El año pasado abrió su primera tienda física en Londres —en cuyo diseño gastó 4 millones de euros—, recientemente ha abierto una boutique en Hong Kong y tiene pendiente nuevas inauguraciones en Oriente Próximo y Estados Unidos. En 2014, su marca superó los ingresos de su marido David Beckham, el deportista retirado que más dinero gana por la venta de su imagen. El imperio de ella generó 35 millones; el de él, poco más de 18.