Víctor Toledo, nuevo secretario de la Semarnat y la 4T

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Víctor Toledo, nuevo secretario de la Semarnat y la 4T

Con el nombramiento de Víctor Toledo Manzur, como titular de la Semarnat, el cielo se ha despejado y los negros nubarrones de la incapacidad, mediocridad y rapacidad –en lo que concierne al medio ambiente– se han disipado.

Quienes hemos defendido el medio ambiente, los recursos naturales y la sustentabilidad como forma de vida, veíamos con tristeza que el gran proyecto de nación estaba incompleto por la ausencia del tema ambiental en el discurso de López Obrador. La anterior secretaria del Medio Ambiente, Josefa González Blanco Ortiz Mena, que defendía la existencia de los “aluxes”, como si fueran sus hermanos perdidos en el bosque, hacía parecer a la 4T como un cuento de hadas en el que la princesa cuidaba a los gnomos, a los venaditos y las mariposas del bosque. ¡Qué gran decepción!

Se ha hablado de un cambio de régimen; de una verdadera transformación del país en donde la prioridad son los pobres, los que menos tienen; de acabar con la impunidad, la corrupción y la inseguridad. Pero, ¿en dónde estaban el medio ambiente y el cuidado de la naturaleza en todas sus dimensiones?

La señora Josefa no había presentado ninguna directriz sobre la secretaría que le tocaba dirigir, fuera de un programa de “Basura cero” para toda la nación. Afortunadamente cometió un grave error –y como se ha dicho, “benditas redes sociales”–, su acto de soberbia y prepotencia de hacer detener un avión de una aerolínea privada para que regresara a recogerla, tras haber llegado tarde al aeropuerto, le costó su cargo. El Presidente la cubrió, por ser su amiga y vecina en su rancho, y anunció que le aceptó la renuncia.

El Dr. Toledo no es un incondicional del Presidente, ni lo será nunca. Su trayectoria de crítico al sistema político y activista ciudadano lo ha identificado por más de tres décadas. Además, no aprueba todas las decisiones del mandatario; por ejemplo, está a favor de las críticas hacia la figura de Andrés Manuel López Obrador, y por eso retuiteó una columna de Jorge Zepeda Patterson, publicada el pasado 17 de febrero, en la que aseguraba que si bien AMLO tenía buenas intenciones, éstas no estaban exentas de errores.

A finales de 2018, Toledo manifestó que su deseo para 2019 era: “que lo orgánico venza a lo artificial, los organismos a las máquinas, las redes a las pirámides, la diversidad a los uniformes, y los proyectos de vida a los proyectos de muerte”. El futuro de la humanidad tiene que ver con la construcción del poder social y el poder ciudadano. Ni el poder político, ni el económico, nos van a sacar de la crisis. Es la gente la que se debe organizar a nivel micro en el cuidado y protección del medio ambiente en general. “Estamos ante una revolución civilizatoria”, dijo Toledo Manzur, y se pronunció a favor de “ciudadanizar” la política pública del sector ambiental. Víctor Toledo es considerado como un referente de los estudios de ecología no sólo en México, sino en otros países del mundo, y donde está ahora puede llevar a la práctica las investigaciones que realizó durante más de 40 años de trayectoria.

Otra característica del Dr. Toledo es lo manifestado recientemente a través de un tuit: “Mis agradecimientos a López Obrador por elegirme para estar a cargo de la @SEMARNAT_mx. Soy el primer miembro de su Gabinete en ser abiertamente homosexual, es un orgullo que el Presidente nos dé espacio a los LGBTI”.

Con este nombramiento, la política de la 4T ha dado un giro de 180°,  con una visión de transversalidad orientada hacia una emergencia de restauración y de cuidado de los elementos vitales, que los mexicanos requieren como un derecho humano esencial. Cualquier eje de gobierno debe comprender que el asunto ambiental es prioritario y urgente, y hablar de ambiental no significa sólo lo ecológico, sino la relación entre naturaleza y sociedad. Lo ambiental no se debe entender como lo verde, como plantar arbolitos o no contaminar; lo ambiental implica una compleja red de relaciones que incluye a los tomadores de decisiones y a la sociedad en su conjunto.

Lo cierto es que no es sólo luchar contra el cambio climático, ni aprovechar al máximo las materias primas, ni reciclar nuestros residuos, ni recuperar y conservar los recursos, ni reducir nuestra propia contaminación, ni trabajar por una producción más limpia, ni consumir de manera racional, ni optimizar las energías renovables. Para llegar a tener una civilización sustentable, todos debemos pensar en todos y actuar con un conjunto de medidas de diversos órdenes, para propiciar el bienestar de los integrantes de una comunidad –con base en el respeto de todas las manifestaciones de la vida– y tener en cuenta los factores ecológicos, sociales, económicos y culturales del presente, pero en compromiso con el futuro. Se requiere de una visión sistémica y no fragmentada que responda a la realidad de la vida del planeta.

rodolfogarzag630@gmail.com