Bienvenido a la Era del Envejecimiento. Con más de 800 millones de personas mayores de 60 años y 400 mil de ellas superando la centuria, la sociedad tiene que prepararse para las consecuencias —económicas y sociales— de lo que está por venir.

Desde la antigüedad, envejecer ha sido sinónimo de decadencia mental y corporal. Por ejemplo, los griegos tenían una visión particularmente extrema de la senectud, a la que veían como una especie de  ‘enfermedad incurable’.

Sin embargo, los estudios científicos sugieren que el envejecimiento no necesariamente se traduce en una retahíla de males y fallas físicas y orgánicas sin remedio.

De hecho, tal y como algunos lo han expresado,’ la vida alcanza su plenitud más tarde de lo que usted piensa’.

La edad dorada
A propósito, ¿a qué edad se alcanza la plenitud de la vida?

El poeta florentino Dante Alighieri pensaba que a los 45.

Una encuesta hecha recientemente en Reino Unido concluyó que la plenitud de la vida promediaba los 59 años. Y mientras mayor era el encuestado, mayor era la edad que mencionaba para el comienzo de la vejez.

Mientras tanto, las Naciones Unidas —y la mayoría de los científicos— ubican la plenitud entre los 60 y 65 años.

Y un geriatra moderno lo ve de esta manera: la cumbre sexual del ser humano se alcanza en la década de los 20s, la plenitud física en los 30s, la mental entre los 40s y 50s y la ‘edad dorada’ en la década de los 60s.

La verdad es que la vejez siempre llega con sus altas y bajas, por lo que no se puede hablar de una edad específica para decir que uno ha ingresado a la ‘plenitud de la vida’.

Todo depende de las circunstancias personales, e incluso de cómo cada quien haya enfrentado y superado las dificultades de la vida.

No obstante, llevar una vida activa no sólo protege contra las enfermedades relacionadas con la edad, como la diabetes y el cáncer, sino que también fortalece la memoria.

Y los psicólogos aseguran que la actitud mental juega un papel más importante del que se piensa, por lo que algunas limitaciones podrían deberse a esa actitud más que al desgaste del cuerpo.

Nada puede revertir el envejecimiento, pero entender la vejez nos permite lograr que el recorrido final por la vida sea más agradable.

Menos gripes y resfriados
No sólo es el cerebro el que se hace más sabio con la edad, también el sistema inmune, que nos protege de los virus y bacterias que nos provocan todo tipo de enfermedades.

El sistema inmune humano se enfrenta a miles de peligros potenciales. Y para superarlos necesita aprender a detectar y destruir los invasores que ingresan a nuestro cuerpo. 

Por eso a medida que entramos en edad el sistema inmune se fortalece. Y esa protección acumulativa se traduce en menos gripes y resfriados.

De hecho, mientras que los veinteañeros suelen contraer dos o tres gripes al año, el promedio para quienes están en los 50s es sólo una.

Por eso los sobrevivientes de las grandes pandemias de gripe siempre han sido las personas de la tercera edad.

Por ejemplo, la pandemia de gripe de 1918, también conocida como ‘gripe española’, fue la más mortal de la historia de la humanidad: por su causa murieron más de 50 millones de personas.

Pero fue más letal para las personascon edades entre los 20 y 40 años. O sea que la gente mayor fue la que salió mejor librada.

Asímismo, el brote epidémico de la gripe H1N1, que se inició precisamente en una granja porcina de México (en 2009) siguió el mismo patrón: la mayoría de las muertes fue de personas menores de 65 años.

No obstante, después de los 70s y 80s el sistema inmune empieza a debilitarse (a olvidar a sus enemigos). El cuerpo produce menos glóbulos blancos, y estos se vuelven perezosos.

Menos alergias y migrañas
Mitchell Grayson, inmunólogo del Hospital de Niños de Wisconsin, Estados Unidos, señala que mientras más edad tiene la persona, menos severos tienden a ser los síntomas de las alergias.

“Es en la niñez cuando las alergias tienen su punto cumbre”, dice Grayson, “luego tienden disminuir en la adolescencia, y en los 20s y los 30s puede haber un resurgimiento, pero dspués de los 50s los síntomas tienden a ser menos comunes”.

Por otra parte, con la edad, las migrañas se pueden convertir en algo más suave que un dolor de cabeza. Los episodios se hacen más breves, menos dolorosos y menos frecuentes en la medida que la gente se hace mayor.

¿Más inteligencia?
No escasean los términos para describir los efectos destructivos de la vejez en el cerebro. Sin embargo, los cerebros y las personas de más edad suelen tener un mejor desempeño.

Michael Ramscar, de la universidad de Tubinga, en Alemania, dice que tenemos una confusión sobre cómo envejece el cerebro. Por ejemplo, solemos pensar que los jóvenes son más inteligentes, cuando en realidad, desde que nacemos hasta los 18 años, perdemos la mitad de las neuronas.

Mientras que los mayores no son tan buenos en matemáticas y son más lentos para responder, quienes se encuentran en sus años 50s y 60s son mejores que los veinteañeros en lo que se refiere a vocabulario, orientación espacial, memoria verbal y habilidades para resolver problemas comunes de la vida.

Lo cual probablemente se deba a la experiencia y al conocimiento acumulado a lo largo de la existencia.

Las personas mayores desarrollan una mejor perspectiva sobre lo que de verdad importa, o sea que la capacidad para responder problemas se simplifica tras años de práctica. 

Eludiendo a la muerte
Entre 2012-2014, el mexicano promedio tenía una expectativa de vida de 77 años (para las mujeres) y 73 años (para los hombres), mientras que alguien de 85 años podía esperar celebrar su cumpleaños número 89 (mujeres) u 87 (hombres). Incluso a los 90s, las mujeres tienen un 95% de probabilidad de vivir dos años más. 

Así que, incluso a una edad avanzada, la muerte no suele estar tan cerca como se acostumbra a suponer. (Zaria Gorvett/BBC Futuro)