Venta de niñas en Guerrero, una costumbre que se busca frenar

Usted está aquí

Venta de niñas en Guerrero, una costumbre que se busca frenar

Foto: Especial
Casan con adultos a adolescentes de 12 años

El Congreso federal exigió a la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) poner en marcha políticas de contención que impidan la venta de niñas de 12 años en la región de la Montaña de Guerrero. La trata en esa zona ha crecido porque los padres de las menores (al cumplir esa edad) las entregan como esposas a hombres adultos que pagan una dote en especie o en efectivo.

Los municipios donde se realiza esa práctica, con el mayor número de casos, son Cochoapa el Grande, Metlatónoc, Atixtlac y Acatepec, considerados entre los más pobres en el país

El pedido a la instancia federal atiende al fenómeno extendido de maltrato de mujeres en Guerrero. Este se halla catalogado como uno de los estados con mayor incidencia de maltrato; particularmente en Cochoapa el Grande y Metlatónoc, donde la situación es tolerada con el argumento de los usos y costumbres, y algunos padres venden a sus hijas por un cartón de cerveza o un guajolote.

El Centro de Derechos Humanos de la Montaña (CDHM) ha documentado y denunciado públicamente que en la Montaña de Guerrero, la marginación y pobreza extrema orilla a algunos indígenas nahuatlecos, mixtecos, amuzgos y tlapanecos a entregar en matrimonio a sus hijas, cuando cumplen 12 años, a cambio de una dote.

En algunos casos, el arreglo de la dote (hasta de cien mil pesos) propicia la violencia familiar, debido a que los novios consideran a las mujeres un objeto de su propiedad.

Además, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) señaló que las regiones de la Montaña, Acapulco y Costa Chica, son las que registran más casos de trata en la entidad. Las personas que son capturadas para la explotación laboral y sexual provienen de municipios como Tlapa de Comonfort, Zihuatanejo, Cruz Grande, Alcozauca, Huamuxtitlán, Coyuca de Catalán y Xalpatláhuac.

Sobre el particular, el diputado Victoriano Wences (PRD), promotor del acuerdo asumido en la Permanente, sostuvo que esas prácticas no pueden ser avaladas o consentidas, es necesario respetar la dignidad humana de las mujeres indígenas.