Venezuela y sus ciudadanos
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Venezuela y sus ciudadanos
Chávez llegó a la Presidencia de Venezuela un 2 de febrero de 1999 con un alto grado de legitimidad y aprobación por parte de los ciudadanos, después de gobiernos autoritarios que habían llegado por un golpe de estado en 1992. Esto le permitió reformar la Constitución de 1961 y crear una nueva en 1999. La historia ya se conoce, estuvo en el cargo, después de varios procesos de referéndum y reelección hasta su muerte en marzo de 2013.
Tres días después de la muerte de Chávez, Nicolás Maduro tomó posesión como Presidente Encargado hasta que se convocaran elecciones, hasta la fecha Maduro ha estado en el poder por decreto, con un sinnúmero de protestas, encarcelamientos políticos por parte de la oposición, desabasto de productos básicos, lo que ha dejado en pobreza extrema al 61.2 por ciento de la población en general.
El miércoles 23 de enero ocurrió algo diferente, el presidente de la Asamblea, Juan Guaidó, fue reconocido por 53 países, entre ellos Estados Unidos, como Presidente de Venezuela, lo que parece ser el fin de la era chavista y con ello –esperamos todos– la escasez de alimentos y medicinas que ha sacado de ese país en promedio a 4 millones de venezolanos.
Más allá de analizar las fuerzas políticas de oposición y los cambios en el sistema político de Venezuela, detengámonos un segundo para reflexionar cómo fue el proceso de los ciudadanos en Venezuela durante esta historia.
Cuando arribó Chávez al poder, llegó con él un conjunto de reformas políticas y sociales que se tradujeron rápidamente en bienes y servicios para la ciudadanía venezolana, lo que produjo altos niveles de aprobación y, como consecuencia, mayor poder político que le permitió hacer cambios constitucionales para quitar los contrapesos y aumentar su poder personal, no el de las instituciones.
En América Latina, como en otras partes del mundo, estamos esperando líderes mesiánicos que lleguen a solucionar todos nuestros problemas, como lo hace un padre con un hijo. Por esta razón los gobierno paternalistas son casi aclamados por la población en general. El problema de esta situación es que este efecto dura poco tiempo, no más de una década, como lo ha demostrado la historia varias veces en la región.
Pero, ¿por qué pasa esto? La respuesta parece sencilla, pero es mucho más compleja de lo que puede aparentar: hace falta educación cívica y que la población ejerza sus derechos y responda a sus obligaciones, en otras palabras, hacer su chamba de ciudadanos de tiempo completo.
Algunos dirán que cómo es posible que un tema tan complejo como el que vive hoy Venezuela pudo haberse evitado con simple participación ciudadana. La participación ciudadana es un elemento central en las democracias contemporáneas, es decir, sin participación no se entiende la democracia y esos vacíos se terminarán llenando con los líderes políticos. En otras palabras, dejarnos deslumbrar por acciones sociales que son trabajo del Gobierno y dejar nuestro poder ciudadano en sus manos solamente produce líderes autoritarios y personalistas.
Bien por los venezolanos que salieron a las calles el miércoles pasado y tomaron su poder, que dijeron “no queremos seguir viviendo así, merecemos algo mejor”. La pregunta: ¿es necesario esperar a que se lleguen a estos extremos? Hagamos nuestra tarea diaria de ser ciudadanos.
@garciacecy_