Christian Juárez es un médico de 30 años que trabaja en el filtro para recibir casos sospechosos o de COVID-19 en la Cruz Roja de Saltillo. Tiene 6 años de haber concluido su carrera. También labora en el Hospital Universitario. 

Esta fase tres de la pandemia será esencial para saber si se separará de su esposa y dos hijos que día a día lo esperan en casa, con el fin de reducir las posibilidades de contagio.

Asegura que en la misma situación se encuentran sus demás colegas; si esto empeora tendrán que separarse de sus familias, aunque algunos ya optaron por hacerlo.

Estos últimos días el estrés de su trabajo es diferente. Si bien todos los días hay acciones decisivas, ahora los cálculos son minuciosos para evitar llevar a casa la enfermedad.

“Todo es más estresante. Todos tenemos familia. Tenemos a alguien que depende de nuestro sueldo. Y tenemos que trabajar para ayudar económicamente. Te estresa estar ante un paciente que posiblemente pudiera estar enfermo. Es estresante el grado de contagio que tiene este virus; hay miedo de que tú estés contagiado en algún momento, sobre todo por lo que llevas a la casa. El miedo está en llevarle el virus a tus seres queridos”, dice.

Christian Juárez aún no se separa de su familia. Con la fase tres la situación está empezando a ser más grave, por lo que sí los casos aumentan, tendrá que aislarse de sus hijos pequeños y su esposa.

“Sí lo he hablado con la familia de separarnos un tiempo para que ellos estén sin ese riesgo. Es difícil decirlo pero somos un riesgo para nuestras familias. Entre más constantes sean los casos sospechosos y confirmados, se tomará la decisión. 

“Por lo pronto yo no he tenido que separarme pero conozco a amigos médicos que sí se han separado de ellos. Para no distanciarme he tomado precauciones que antes no tenía”, explica.

El médico se tiene que bañar antes de llegar a casa y cambiar constantemente de ropa. El equipo que actualmente porta está constituido por dos pares de guantes, bata, googles, caretas, mascarillas n95 y gorro quirúrgico que porta durante el turno.

“Hay que cuidarnos. Hay que quedarse en casa. Si nos quedamos en casa esto se va a detener. Es triste ver a gente en la calle; te enoja”, concluyó.