Al menos seis personas resultaron heridas por asta de toro hoy en el segundo encierro de los Sanfermines de Pamplona, uno de los más largos y peligrosos de los últimos años.

Los toros de la ganadería gaditana Cebada Gago protagonizaron una carnicería en las calles de la ciudad del norte de España: al menos 14 personas tuvieron que ser trasladadas al hospital, seis por cornadas y las demás con traumatismos y contusiones.

Dos de ellas se encuentran en estado grave con heridas en torax y abdomen, según el último parte médico. Se trata de un sudafricano y un español. Los otros cuatro son dos estadounidenses, un canadiense y un indio.

Cebada Gago, ausente en los Sanfermines de los últimos tres años, tiene fama de ser una de las ganaderías más peligrosas de España con la media más alta de cornadas en los Sanfermines.

La de hoy fue una carrera totalmente rota y llena de peligro, con una manada dispersa que sembró el pánico desde el primer momento en la calles de la capital navarra, y que necesitó cinco minutos y 44 segundos para entrar a la plaza: una de las más largas de los últimos años.

Fue un encierro en el que los animales se daban la vuelta y corrían en sentido contrario en solitaria, se resbalaban y caían, embestían una y otra vez contra los corredores, corneaban a los caídos o arremetían contra el vallado.

La primera cornada se veía ya en los primeros segundos del recorrido. Después se repetirían las imágenes de mozos proyectados por los aires con su ropa blanca y su pañuelo rojo al cuello.

Los encierros se celebrarán hasta el próximo día 14 todas las mañanas. Antes, y frente a la hornacina de San Fermín, los pamploneses entonan el canto pidiendo protección al santo.

En el tiempo que duran los Sanfermines, la fiesta popular de España con más proyección internacional, los 200,000 habitantes de Pamplona se multiplican hasta llegar a cerca del millón de personas, según algunas estimaciones. Cerca de 3,500 agentes policiales velan por la seguridad ciudadana.