Escritores de la talla de Mario Vargas Llosa y Elena Poniatowska y organizaciones no gubermanentales hicieron hoy un llamado a los estados miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA) para que aporten fondos de urgencia para la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

"Hacemos un llamamiento a todos los estados miembros y observadores permanentes de la OEA, así como otros donadores, para que el apoyo financiero adicional a disposición de la CIDH sea tratado como una cuestión de urgencia", pidieron escritores y organizaciones en una carta abierta.

La misiva está promovida por PEN Internacional, Human Rights Watch, Reporteros sin Fronteras y la Red de Intercambio Internacional por la Libertad de Expresión (IFEX, por sus siglas en inglés), entre otras organizaciones.

Además de Vargas Llosa y Poniatowska, han firmado la carta abierta los escritores Jennifer Clement, Homero Aridjis, John Ralston Saul, Margaret Atwood, Gloria Guardia, Gioconda Belli, Andrew Solomon, Luisa Valenzuela, Carmen Boullosa, Lydia Cacho, Ariel Dorfman, Álvaro Enrigue, Laura Esquivel, Francisco Goldman y Anabel Hernández. Varios de estos escritores son miembros destacados de PEN Internacional.

Los firmantes de la carta se muestran "consternados" por la grave crisis financiera que enfrenta la CIDH, el órgano encargado de velar por los derechos humanos en el continente. Y advierten del "impacto devastador que esto podría tener en lo concerniente al respeto de los derechos en las Américas, incluyendo la libertad de expresión".

La CIDH advirtió en mayo que se enfrenta a "la peor crisis financiera" de su historia, lo que tendrá efectos inmediatos en su labor para velar por los derechos humanos en las Américas.

Debido a la crisis financiera por la que atraviesa, la CIDH ya se ha visto obligada a suspender la realización de las visitas previstas para este año, así como de los períodos de Sesiones 159 y 160, programados originalmente para julio y octubre.

La CIDH ha advertido que si los estados miembros de la OEA no les dan más dinero, tendrán que despedir en agosto al 40 por ciento de su personal.

"Teniendo en cuenta que la CIDH está ya desbordada y lucha por reducir el registro de los casos, estos recortes tendrán un efecto muy perjudicial sobre la capacidad del cuerpo para llevar a cabo su trabajo, ahora y en el futuro",  advierten los escritores y organizaciones, que recuerdan que la Comisión tiene "un papel vital" en la promoción y protección de los derechos de las personas en las Américas.

Los escritores y organizaciones destacan en su carta abierta el papel "esencial"  que ha tenido la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la CIDH, establecida en 1997, a la hora de "dar apoyo a las víctimas y para facilitar recursos, asesorar a los Estados miembros, y mantener al mundo informado acerca de la libertad de expresión y la libertad de prensa y los abusos y los avances en la región".

"Esperamos que ayuden a la CIDH a seguir defendiendo los derechos humanos en las Américas", desean escritores y organizaciones en su misiva.