En toda la región 26 millones 400 mil de trabajadores siguen fuera de la fuerza laboral, según la información más reciente, y se han perdido 3 millones 700 mil empleos desde que iniciaron los confinamientos.

En todos los países latinoamericanos se ha observado una disminución de la participación laboral femenina en comparación con los hombres, agregó el organismo.

Al respecto Oliver Azuara, economista sénior de la división de mercados laborales del BID, puntualizó: No hay que perder de vista que la crisis aún no se termina y que el desafío es monumental, afectando principalmente a los trabajadores informales y de bajos ingresos y a quienes laboran en el sector servicios.

El Banco Mundial (BM) informó que en dos años 5 millones 200 mil latinoamericanos serán empujados a la pobreza extrema, es decir, que a finales de 2021 estarán subsistiendo 29 millones 100 mil personas en la región con menos de un dólar y 90 centavos por día (alrededor de 40 pesos).

Caerán en pobreza extrema 150 millones de personas: BM

El BM pronostica un aumento global de 150 millones de personas en las filas de la pobreza extrema en el mismo periodo. Ahora se sabe que ocho de cada 10 nuevos pobres serán de países de ingreso medio.

Sólo en América Latina la merma en los ingresos se han traducido rápidamente en una reducción del consumo en el marco de la pandemia. En siete países de la región 40 por ciento o más de las personas encuestadas informaron haber quedado sin alimentos durante el confinamiento.

En el informe bianual Pobreza y prosperidad compartida, el organismo subraya que la pobreza extrema aumentará en el mundo por primera vez en más de 20 años. La pandemia de Covid-19 empujará a esta condición a entre 88 millones y 115 millones de personas este año, mientras la cifra total llegará a 150 millones para 2021.

El Banco Mundial también advirtió que la crisis económica estancará o incluso revertirá lo hecho en desigualdad. El organismo mide el crecimiento de los ingresos del 40 por ciento de la población más pobre bajo el concepto de prosperidad compartida, la cual aumentó 2.3 por ciento entre 2012 y 2017 en el mundo.

En este reporte excluye a México de dicha medición, pero consigna que en 2018 el 3.3 por ciento de la población padeció pobreza multidimensional, la cual evalúa la carencia monetaria y también el acceso a la educación, el nivel educativo de adultos y el contar con servicios de infraestructura básica.