Aunque Agsal recibió una certificación por la buena calidad del agua en Saltillo, y aunado a ello el alcalde Isidro López Villarreal declaró a este medio que en ocasiones bebe agua del grifo de su casa, pocos saltillenses se atreven a imitar al edil y hacer lo mismo en sus hogares.

Un sondeo realizado por VANGUARDIA mostró que en realidad son pocos los saltillenses que se atreven a esto, algunos temen contraer alguna enfermedad y otros dicen que también es por falta de costumbre. 

Por ejemplo, la familia Flores Carrillo, con domicilio en la colonia Provivienda, fue captada justo cuando compraba varios garrafones de agua embotellada con el camión repartidor; integrantes de este hogar señalaron que lo hacen porque desconfían del agua que llega hasta su casa.

Esta familia asegura que al mes son hasta 400 pesos los que invierten para comprar agua purificada, la cual utilizan para beber y preparar alimentos, monto muy superior a los 80 pesos que reciben como factura de Agsal mensualmente.

La señora Amelia Jalomo recordó que en su niñez era muy poco común el agua embotellada y todos bebían el líquido de la llave, sin embargo esto cambió debido a la costumbre y la cultura de la ciudadanía.

Dijo desconfiar un poco de la calidad del agua que se distribuye en la ciudad, sobre todo al procurar la salud de los niños, aunque también dijo estar consciente de que esto depende de las condiciones en las que está la tubería de cada casa y la limpieza que se tenga en los depósitos de almacenamiento.

Por otra parte, quien sí se atrevió a beber directo de una de las llaves de su hogar es el señor Juan Ramón Galavis.

Aunque en su familia también acostumbran comprarla embotellada, por la naturaleza de su trabajo en ocasiones ha tenido que beberla en condiciones adversas, por lo que no le representa mayor problema.

“A veces no es tanto temor a la mala calidad del agua, sino a la costumbre que ya tienes”, comentó este saltillense.

“Escuché el comentario que hizo el Alcalde que había necesidad de hacer buena limpieza en los depósitos y yo digo que sí es bueno hacerlo”, añadió.

GASTAN MÁS QUE EN  LA FACTURA DE AGSALAnte los hábitos de consumo que tienen los hogares saltillenses, el comenzar a beber el agua que obtienen de la red de distribución representaría un importante ahorro en la economía familiar, esto pudo determinarse haciendo estimaciones de lo que invierten en el líquido embotellado en comparación de lo que erogan para cubrir la factura mensual de Agsal.

Como resultado de una consulta en diversos sectores de la ciudad, se determinó que una familia de cuatro integrantes consume en promedio dos garrafones de agua embotellada de 19 litros por semana, esto varía dependiendo de la variedad de usos que se le dé e incluso de la temporada del año, ya que la demanda crece en temporada de calor.

A este ritmo puede decirse que al mes son por lo menos ocho garrafones los que necesita una familia. Con un costo de 20 pesos en promedio, se estima que son 160 pesos los que destina tan sólo para esta necesidad básica.

Mientras que el monto de la factura de Agsal muchas veces es similar o incluso inferior.

Cabe señalar que el consumo de agua embotellada varía en cada hogar, por supuesto tiene que ver también el número de integrantes de la familia, así como la utilización, es decir, hay quienes sólo la utilizan para beber y otros también la consideran para la preparación de los alimentos, por mencionar un ejemplo.

Autoridades municipales aseguran que el agua de Saltillo es potable, sin embargo aclaran que es necesario un adecuado mantenimiento en las tuberías así como en los depósitos de almacenamiento de cada hogar.