El nuevo acuerdo comercial al que llegaron México, Estados Unidos y Canadá implica un reto para el sector automotriz, el cual tendrá que reconvertir su operación para cumplir con las reglas de origen, señala Gustavo de Hoyos Walther, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).

"Sabemos que en reglas de origen se han establecido requisitos mayores de los que existían. Esto implicará que muchas empresas del sector automotor tengan que irse reconvirtiendo; son retos que en el corto plazo van a implicar que se hagan nuevas inversiones, que se diseñen cadenas de suministro pero que en el largo plazo será conveniente para México en la medida de se va a dar preferencia a los bienes que están producidos en la región", dijo en entrevista para REFORMA. 

Con USMCA (por sus siglas en inglés) las empresas automotrices enfrentarían una nueva regla, con la que se eleva el requisito de contenido regional de 62.5 por ciento a 75 por ciento. Esta misma exige que al menos 40 por ciento de este provenga de países de altos salarios.

En el nuevo acuerdo trilateral se establece que los fabricantes deberán consumir en 70% acero y aluminio proveniente de América del Norte.

El empresario calificó como bueno el acuerdo conseguido entre las tres naciones de América del Norte, debido a la tensión entre Estados Unidos y diversas naciones a las que ha declarado una 'Guerra Comercial'. 

"Es un buen acuerdo en un contexto económico mundial en el cual Estados Unidos que está en una casi guerra comercial contra todo el mundo, de tal forma que el hecho que esté concretando un acuerdo en el caso mexicano me parece que es una buena noticia, da certidumbre a la industria", señaló. 

Gustavo De Hoyos reconoció el esfuerzo del equipo negociador para preservar el mecanismo de controversia Estado-Estado, en el Capítulo 20, que permanece inalterado con respecto al TLC original.

El empresario destacó la inclusión de un capítulo Anticorrupción. En este apartado se incluye entre sus cláusulas la tipificación de diversos delitos, entre ellos el enriquecimiento ilícito y la malversación de fondos. 

Con información de REFORMA