Comienzo este sábado rico con lo que a diario alimenta este espacio: sus amables y siempre atinados comentarios. Recuerden que sus opiniones y puntos de vista que quí publicamos son pieza importante para nosotros.

Agradezco como siempre a cada uno de ustedes por estar presentes, este espacio se hace con mucho cariño y siempre con la premisa de aportar algo a quien lo necesita.

No olviden, además de comentar, compartir la publicación en redes sociales, de esta manera lograremos que llegue a muchas personas más. Les dejo un abrazo afectuoso deseando que su fin de semana sea maravilloso y lleno de actitud positiva.

Publicamos la carta de “Ana María” la semana pasada, el día 17 de septiembre. Ella nos contaba en que hay días en que se siente confundida en la manera en que está educando a sus hijos, pues ha tratado de darles lo mejor, hablando de cuestiones materiales y siente que ellos no disfrutan al máximo, que cada vez desean más cosas y que nunca es suficiente.

Aquí un comentario para ella, de parte de “Zobeida”, que personalmente, coincido en todo lo señalado. Somos los padres los responsables de nuestros hijos, de su educación, de fomentar valores y de enseñarlos a valorar lo que se tiene.

“Sus niños lo que tienen es que están demasiado consentidos, les ha cumplido todos sus caprichos y por eso actúan así cuando quieren o no quieren algo. No olvide que en un hogar el reglamento y la disciplina la impone los papás.

Ellos son quienes tienen que adaptarse a usted, no usted a ellos. Si van a ver a los abuelos, antes de salir indíqueles que se preparen y que se comporten como debe ser, que si recibe alguna queja el castigo será quitarles el juguete favorito o alguna tarea doméstica.

Verá como la situación cambia. No les pregunte qué quieren cuando va de compras, compre lo que se necesita y que aprendan a vivir así. Si hay excedente económico no corra a darles cosas que ellos no han pedido. Eso los hará madurar mucho y aprenderán a respetar y a conducirse de manera adecuada a donde vayan”.

El día 23, “Claudia” dejó un comentario dirigido a “Anónimo” un jovencito de 18 años que nos escribió contándonos que no se explicaba cómo, a pesar de ser bien parecido y no tener mal aliento, su novia, de 17, se niega a besarlo. Gracias, Claudia, por tomarte unos minutos para darnos tu opinión.

“Yo tampoco te querría besar. ¿Por qué? Es obvio, en ninguna parte mencionas que le propusiste que sea tu novia... sorpréndela y si en verdad te gusta, te falta tomarla en serio. Y ya saldrás de dudas si solo te considera como un buen amigo o tienes la posibilidad de algo más”

El jueves 24 publicamos el caso de “Teresa”, quien muy triste nos platicó que después de un año y medio de relación, su novio terminó con ella.

“Ana, muy bello tu comentario del día de hoy (Bendición del Papa Francisco). En cuanto a Teresa, le comento que no debe deprimirse por personas que no saben ni lo que quieren, dice que es la segunda vez que le sucede y tal vez le suceda más veces, pues el mundo está lleno de personas indecisas que tienen pareja solo por aventurarse, más no porque realmente estén enamorados.

Ella está sufriendo porque ella sí apostó su corazón, pero la otra persona no. En todo caso, la otra persona no valía la pena ni el tiempo que le dedicó, mucho menos valía sus sentimientos.

Yo empezaría por tirar todo lo que tenga de esa persona y jamás dedicarle ni mis pensamientos, ni mis comentarios. Dejarlo pasar, el tiempo lo cura todo. La próxima vez, no comprometer el corazón hasta no estar seguros de que la otra persona realmente sienta algo por nosotros y no solo esté buscando con quien pasar el tiempo”.

Gracias a todos nuestros activos lectores de esta semana, los espero el lunes.