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Urgen vecinos del norte de Saltillo solución a inundaciones
Habitantes de las colonias del norte de Saltillo solicitaron la intervención de las autoridades locales para resolver las inundaciones en el sector ante el riesgo inminente por la temporada de lluvias, sobre todo aplicar la ley y realizar el proyecto de canalización que tiene años esperando.
En julio del año pasado, la tormenta Hanna evidenció construcciones irregulares que desde hace más de una década desvían el agua a fraccionamientos del norte y ocasionan afectaciones dentro de casas, calles y bulevares. Tras estas fuertes precipitaciones, 293 familias integraron la Alianza de Arroyos para solicitar al municipio, Estado y Federación atender el problema. Diez meses después, el peligro sigue latente.
“Que simplemente actúen de acuerdo a la ley, no les estamos pidiendo nada irregular, simplemente se está pidiendo que si ya estaba este proyecto y estaba validado y todo fundamentado para que se haga, que empiecen a trabajar”, señaló Alejandro Argüelles, vecino afectado, en el programa Conversando conducido por el periodista Carlos Arredondo.
“Sí hemos sido escuchados, pero desafortunadamente la solución no ha llegado. Llamamos a las autoridades para que vuelvan a trabajar de manera inmediata porque ya vienen las lluvias. Lo que hemos logrado como grupo es que Conagua ya hizo dos derribos importantes, también formalizó los trazos de los dos arroyos porque en un principio no se había confirmado por parte de la autoridad municipal que eran arroyos”, explicó Natalia Muro, habitante del fraccionamiento El Campanario, uno de los sectores más afectados por las lluvias y donde el año pasado el agua tiró bardas, entró a casas y causó pérdidas materiales al patrimonio de las familias.
“Señor alcalde, nosotros y 300 familias estamos esperando para ver si en su administración se va a lograr el proyecto Cuatro Bajo, tantas veces dilatado, puesto en espera, no sabemos la razón, pero le queremos pedir que por favor en esta ocasión ya no se dilate más, sino que en su administración se pueda empezar con fecha determinada, no nada más promesas”, solicitó Angelina Rivera, vecina de una colonia.
Los habitantes explicaron que brazos o afluentes de agua en la sierra de Zapalinamé alimentan los canales más grandes de la ciudad, y que el agua de todos estos, en alrededor de 13 mil hectáreas, baja y corre por sus cauces naturales hasta confluir en el arroyo Cuatro Bajo.
Los afectados reclamaron que la obra de canalización que resolvería las inundaciones no se ha hecho, y por el contrario se edificaron construcciones que obstaculizan el cauce de los arroyos y los desvía por calles y bulevares que terminan inundando zonas habitacionales. Incluso hay muros y fraccionamientos en zonas federales que no debieron tener permiso para construirlas, pero por omisión, desconocimiento o corrupción estos se levantaron y continúan ahí.