Urge nuevo panteón en Arteaga; el actual ya está saturado

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Urge nuevo panteón en Arteaga; el actual ya está saturado

Sin espacio. El cementerio municipal de Arteaga está completamente saturado. ARCHIVO
Por ahora se encuentran revisando los trámites y permisos para concretar un espacio más donde los familiares tengan la posibilidad de enterrar a sus seres queridos

Ante la saturación en el panteón municipal San Isidro de Arteaga, el Alcalde electo Ramiro Durán propone la apertura de un nuevo panteón en la zona ejidal, donde solicita la donación de terrenos para su construcción.

Debido a la alta demanda que registró el cementerio de la cabecera municipal durante la pandemia, Ramiro Durán informó que la apertura de un nuevo espacio para el eterno descanso de los fallecidos sería construido en el Cañón de La Roja.

“Sabemos que está saturado y de hecho ya estamos en pláticas con el Comisariado de los ejidos de Arteaga para considerar la posibilidad de donar una superficie de terreno para que el Municipio pueda invertir en la construcción de un panteón municipal”, comentó Ramiro Durán.

Dijo que por ahora se encuentra revisando los trámites y permisos para concretar un espacio más donde los familiares tengan la posibilidad de enterrar a sus seres queridos sin que cubran altas cuotas funerarias.

“Fue uno de los temas más recurrentes durante la campaña, pues tras cubrir altas cuotas a panteones privados, las familias aún se encuentran sumergidas en una crisis económica, por lo cual también es importante que se realicen estas construcciones más cerca de las comunidades”, expresó el próximo Alcalde del Pueblo Mágico.

‘YA NO CABE NI UN ALMA’

En febrero de este año, VANGUARDIA dio a conocer que el panteón San Isidro estaba saturado y ya no hay espacio para un cuerpo más. Antes de la pandemia en el cementerio sepultaban 2 cuerpos cada 15 días, mientras que en los primeros meses del año eran enterradas hasta 4 personas cada día

“Las carrozas funerarias transitan como carrusel”, aseguró en aquel tiempo Virgilio Vidales, encargado del cementerio.

“Hay espacios vacíos pero ya están vendidos, la gente que a la que entierran es la que se había hecho de una fosa y cada quien le paga a un maistro para cerrar la tumba”, agregó el también vigilante, quien en un solo día supervisó la sepultura de 3 jóvenes, cuyas causas de sus muertes se desconocen.